A pesar de su pequeñez territorial, Israel es extremadamente poderoso y debe ser tratado como potencia mundial porque, lo que le falta en geografía le sobra en armamentos así como en el formidable arsenal de armas atómicas que posee y la influencia y control de medios de comunicación, partidos políticos, gobiernos, intelectuales, dirigentes, banqueros, sectores financieros, científicos y tecnológicos extranjeros. Pero, Israel adolece de una seria limitación que la hace vulnerable: la precariedad de su tamaño. Y precisamente porque tienen consciencia de esa limitación atizan y alimentan la guerra en Siria buscando, ahora que no pudieron derrocar a Bachar el Assad, fragmentarla y hacerla impotente. Pretenden, con los socios occidentales secuestrados por su influencia y poder, impedir que Siria recupere la totalidad de su propio territorio y amenazan con represaliar terribles si los sirios, con apoyo ruso, atacan a los terroristas arrinconados en la provincias de Hama e Idlib dentro de la propia Siria. Un caso nunca visto de intervención, descaro y desfachatez.
Por eso la política exterior de Israel está centrada en dos ejes:
1.- Evitar que ningún país fronterizo pueda desarrollar una capacidad militar que en algún momento pueda ser lanzada contra ellos o como en este caso, evitar que en dicho país permanezcan estacionadas fuerzas militares de otros países enemigos de Israel.
2.-Emplear a fondo su influencia en todo el mundo, especialmente entre las grandes potencias para acusar a todos sus adversarios de los delitos y crímenes cometidos por el propio Israel. De este modo, Israel alcanza un éxito descomunal atribuyendo a otros intenciones que no tienen, culpándolos por delitos que no han cometido y creando una atmosfera favorable donde siempre hacen de víctima inocente cuando la realidad es que los palestinos son las grandes, aunque no las únicas víctimas del racismo y el fascismo israelíes.
Israel es cofundador del ISIS y, tras negarlo durante años, finalmente se vio obligado a admitir que había suministrado, armas, dinero, equipamiento, medicinas e inteligencia a los terroristas; no obstante, Israel, con su formidable maquinaria de comunicaciones logra presentar al gobierno sirio como el terrorista. Israel es quien prepara los incidentes falsos de empleo de armas químicas que sirven para justificar los bombardeos a Siria. Israel es quien ha involucrado a los Estados Unidos en la ocupación militar no solicitada de una parte de Deir ez Zor en el noreste de Siria para combatir a los terroristas que el propio Israel por otro lado ha fundado y alimentado. Israel es quien atiza la campaña contra el gobierno de El Assad, incita a la guerra, chantajea a Turquía, arrastra a Gran Bretaña, Alemania y Francia y quien sin derecho alguno bombardea con aviones y misiles cualquier objetivo en Siria que ellos consideren conveniente atacar.
Israel es un estado terrorista sin atenuantes, pero además es culpable de genocidio, apartheid y crímenes contra la humanidad pero ha logrado escapar juicio y condena por la enorme influencia y el control que tiene sobre figuras, gobiernos, políticos, bancos, instituciones de todo tipo en el extranjero. Israel ha demostrado en Estados Unidos y otros países que quien no corresponde a sus políticas puede perder unas elecciones o incluso la vida como puede haber sido el caso del extinto presidente Kennedy de cuyo asesinato se le sindica.
Israel es el verdadero agitador de la guerra en el Medio Oriente y el principal instrumento de agresión ahora en Siria. En la búsqueda de seguridad absoluta y expansionismo por la fuerza, Israel ha radicalizado a sus propios enemigos y creado un efecto no deseado; ha ido convirtiendo a sus enemigos, entrenándolos y preparándolos para defenderse; los que antes eran campesinos, beduinos, agricultores torpes y mas bien inofensivos han ido convirtiéndose en soldados fogueados. Ese ha sido y es un subproducto de las políticas israelíes de atropellar, despojar y vejar a los palestinos en su propia tierra. Apostando a que los palestinos emigrarían de miedo y horror Israel se enfrenta ahora a una resistencia cada vez mas militante y resuelta, que a su vez impone a los palestinos una existencia cada vez mas sangrienta y cruel como si no hubiera límites ni fronteras a la capacidad criminal del ejército y las autoridades israelíes.
Para sobrevivir a un ataque militar de envergadura, Israel necesita mantener a raya a los palestinos dentro de su propio territorio y evitar que sus enemigos externos iranies, chiíes, libaneses, iraquíes, palestinos o sirios se le acerquen lo suficiente como para impedirle usar sus armas atómicas. Tanto poder militar en tan poco territorio genera una presión expansionista buscando seguridad y obliga a Israel a pelear fuera de su frontera y por eso mismo, el interés de cualquier enemigo es precisamente obligar a Israel a pelear dentro de su propio territorio donde la pequeñez territorial obra a favor del enemigo y en contra de los israelíes ya que impone severas limitaciones al empleo de su propio equipamiento militar convencional. Si se pelea en sus propias fronteras, Israel no puede usar armas atómicas ni bombardear masivamente, con aviones, cañones y tanques sin sufrir pérdidas propias irreparables. Equipado con armas poderosas de largo alcance Israel enfrenta a sus enemigos que apenas esgrimen armas de pequeño calibre. Por eso, a unos les conviene pelear fuera de Israel y los otros solamente pueden sobrevivir si logran acercarse lo suficiente para anular la ventaja del revolver sobre el arma blanca.
Israel, un Estado secuestrado por el sionismo y la intolerancia patológica de la inmigración rusa y de Europa Oriental inflige un daño irreparable a la causa judía en lo que concierne a la existencia del Estado de Israel como en lo pertinente a la acogida de la población judía en otra partes del mundo. Ya los judíos no son vistos como las víctimas del holocausto sino como los victimarios de Palestina y aumenta el número de voces que logran negar el Holocausto o reducir sus dimensiones y escala. Israel en manos de xenófobos fascistas e intolerantes prepara la cama para la mas amplia y vigorosa reacción mundial contra los judíos.
En los años 60 y siguientes el mundo veía los palestinos como terroristas y era verdad que ejecutaban acciones terroristas pero, hoy día, se entiende ya en todas partes, que el verdadero y mas peligroso terrorista moderno, es el Estado israelí.