Ojalá se den cuenta en un partido inteligente (aunque ya abundan las dudas al respecto). Ojalá se de cuenta un Gobierno lleno de gente de talento (que no ha funcionado en este caso). Ojalá se den cuenta los más inteligentes de toda esa inteligencia gobernante (evidentemente en plena discordancia interna). Ojalá se den cuenta, pues, de que desde el momento en que el Procurador, a nombre de todos ellos, les dio la espalda a los periodistas que pedían “la lista” prometida, empezó a correr la cuenta progresiva de un estigma que podría ser insuperable (pues no lo borra el silencio, sino la Justicia, como demanda el país entero).