Los últimos años, hemos podido ser testigos del nivel de conciencia que se ha ido adquiriendo en las escuelas de arquitectura en torno al tema de la energía. Vemos como el tema y el énfasis que se le pueda dar a la acción proyectiva desde una óptica de la optimización energética de los edificios, va dejando de quedar al albur de algunos profesores concienciados con el tema y de algunos alumnos motivados.  Evidentemente, y echando una hojeada a los programas académicos, planes de estudio o pensums, no todas las escuelas de arquitectura de nuestro país van al mismo nivel, pero creo que al final de cuentas todas van, que ya es importante. Conocemos muy bien de esa motivación  personal de la que hablamos, y que la tienen muchos estudiantes y muchos profesores, muy marcada hacia la eficiencia energética en la edificación; conocemos de que ya algunos programas van apuntando decididamente en la dirección referida.

Nuestras líneas de hoy van muy dirigidas a alentar a nuestras escuelas de arquitectura al reforzamiento de esa motivación, manifiesta en algún programa o plan de estudio,  y plantar a los profesionales de la República Dominicana en los vagones de vanguardia de la optimización energética en la arquitectura. Los países con el perfil como el nuestro, tienen la ventaja de que muchas de las cosas que nos pueden servir para avanzar en ciertas áreas, ya han sido, o están siendo implementadas en otros países más desarrollados, como el caso de los países del espacio europeo sobre los que  conocemos de buena tinta, nunca mejor dicho, el énfasis que en los últimos 15 años  se ha hecho en las normativas de edificación, sobre la eficiencia energética y la sostenibilidad, y que obliga a las universidades a actualizar sus programas académicos.

Una noticia alentadora -además del nivel de conciencia/motivación,  que manejan nuestros estudiantes de grado y muchos de sus docentes sobre el referido campo de estudio y ejercicio profesional- es que, tenemos entendido, que alguna que otra escuela, de las que tienen en planes futuros renovar y mejorar sus programas formativos,  también están intentando avanzar en esa dirección, es decir en  la cuestión energética; esto lo sabemos por lo menos de una de las escuelas dominicanas y como decimos, nos llena de aliento.

Sobre las normativas en cuanto a eficiencia energética y específicamente en cuanto a la eficiencia energética en la edificación, nuestro país está aún muy en ciernes, avanzamos pero nos queda concretar acciones. Las  normativas de obligado cumplimiento, son las que ha hecho que muchos países de Europa, con algún retraso en materia energética, se hayan puesto las pilas para cumplir con el ordenamiento jurídico, y no incurrir en violaciones que acarrearían sanciones de la UE ( Unión Europea). Esto, a su vez, ha hecho que las escuelas de arquitectura, evidentemente, giren el timón en la dirección impuesta por Bruselas (capital de la UE) , y adecuen sus planes. Vale decir que esto a fin de cuentas ha sido una retroalimentación positiva, dado el hecho de que muchos de esos altos centros de estudios, es desde donde han salido los primeros planteamientos hacia una mejora de la tecnología energética y que luego ha sido recogida por los estamentos de la administración europea, para ser traducidos a directivas.

Es mucho para un solo día; el tema es amplio y con varias posibilidades de enfoque…Nos gustaría seguir abundado sobre ello; es una promesa. Hasta la próxima.