Los investigadores de la prehistoria no salen de su asombro ante el descubrimiento de un animal del período Cámbrico de cuya existencia hasta hace pocos días apenas sospechaban. Pero al observar la conducta de este ejemplar, que inexplicablemente sigue vivito y coleando entre nosotros (insaciable carnívoro babeante, peludo, rugiente y de impredecible andar atropellante), no les cabe la menor duda de que pertenece a una especie poco evolucionada y más peligrosa que el Epidendrosaurio, el Tiranosaurio y el Velociraptor. Se trata del Fellosaurio Barahonensis, rezago que se resiste en esta selva jurásica a su inevitable extinción.