Por mucho tiempo se hablará de los aciertos y desaciertos de los gobiernos del PLD y su derrota en el 2020. Aquí señalo ocho factores que me parecen claves para entender el resultado electoral: 1) el desgaste, 2) la rebelión de la clase media, 3) la división del PLD, 4) la suspensión de las elecciones municipales, 5) el factor externo, 6) la oposición de grupos empresariales, 7) el fortalecimiento del PRM, y 8) la pandemia con su crisis económica.
1) El desgaste. El PLD gobernó 20 de los últimos 24 años, incluidos los últimos 16 consecutivamente porque coincidieron: crecimiento económico, estabilidad macroeconómica, las divisiones del PRSC y PRD, y la unidad del PLD hasta las primarias de octubre 2019. Pero la buena suerte acaba porque los gobiernos siempre comenten errores que generan desencanto y desgaste.
2) La rebelión de la clase media. Desde principios de 2017, a partir del escándalo de corrupción Odebrecht, el PLD comenzó a perder apoyo en la clase media, sobre todo del Gran Santo Domingo, donde, por muchos años dominó electoralmente.
De hecho, en el 2016, la alta votación que recibió Danilo Medina (61.7%) se debió a que el PLD aún mantenía fuerte apoyo en la clase media (renovado por su victoria en la lucha por el 4% del PIB para la educación), y aumentó el caudal de votos de los sectores populares por la inversión pública en programas sociales.
Pero en enero de 2017, poco después de iniciar su segundo mandato, Danilo Medina se encontró con el escándalo Odebrecht, detonante para que la clase media volcara su indignación contra el PLD en las grandes manifestaciones de Marcha Verde. El Gobierno nunca respondió adecuadamente a las demandas de transparencia.
3) La división. El PLD fue el último partido importante del sistema en dividirse por la perenne lucha caudillista que ha debilitado todos los partidos políticos dominicanos. La salida de Leonel Fernández elevó al máximo la narrativa de oposición al PLD.
4) La suspensión de las elecciones municipales. A partir de enero de 2017, el PLD fue perdiendo la capacidad de convencer a la clase media de que era el instrumento de progreso, y tomó cuerpo la narrativa de que el PLD era el instrumento de fraudes y enriquecimiento ilícito. Eso adquirió mayor relevancia con la suspensión de las elecciones municipales, que mucha gente atribuyó a una maniobra del Gobierno en el voto automatizado. Con ese estigma era muy difícil que el PLD ganara en el 2020. El #sevan de la Plaza de la Bandera se fusionó perfectamente con la campaña del PRM.
5) El factor externo. Tres asuntos han molestado en años recientes a Estados Unidos: la participación dominicana en el escándalo Odebrecht, la apertura de las relaciones diplomáticas con China, y la longevidad del PLD en el poder.
6) La oposición empresarial. Conocedores de todo lo antes señalado, más empresarios decidieron apoyar el cambio con financiamiento y sus plataformas mediáticas. ¿Qué buscan? Renegociar sus beneficios con el Estado.
7) Fortalecimiento del PRM. Con seis años de constituido, caras jóvenes, y derrotada la facción de Hipólito Mejía en las primarias, el PRM se posicionó favorablemente para ser la opción de cambio.
8) La pandemia y la crisis económica. El 5 de julio se registró una alta abstención (45%) que afectó, sobre todo, al PLD: a nivel presidencial perdió alrededor de 1,300,000 votos con relación al 2016, mientras el PRM aumentó su votación en alrededor de 540,000.
Hay más factores responsables de la derrota del PLD, pero, considero, esos ocho son los principales.
Artículo publicado en el periódico HOY