Rafael Trujillo llegó al poder en 1930 y dominó el país hasta que lo ajusticiaron en 1961. En ese largo período utilizó presidentes títeres, pero él era el poder en el trono y detrás del trono.
Joaquín Balaguer, uno de los presidentes títere de Trujillo, se postuló en 1966. Gobernó 12 años corridos, hasta que perdió en 1978 cuando no pudo hacer un fraude electoral completo.
Antonio Guzmán llegó al poder en 1978 y se suicidó en julio de 1982, acosado por denuncias de corrupción de sectores en su propio partido.
Salvador Jorge Blanco gobernó de 1982 a 1986. En el PRD de aquel entonces era impensable repostularse, aunque la Constitución lo permitía. Entregó y fue perseguido por Balaguer. Quedó en el ostracismo político.
Después de la debacle electoral del PRD de 1986, José F. Peña Gómez se hizo cargo del partido: se postuló en 1990, 1994 y 1996. No pudo llegar al poder por la brutal oposición de Balaguer. Murió en 1998 sin llegar a la presidencia, a pesar de haber sido el principal líder de masas del país.
Juan Bosch inició su presidencia en 1962 y lo derrocaron en 1963. Pasó muchos años intentando volver a ser presidente. Su último intento fue, ya en edad avanzada. en 1994.
Balaguer nunca tiró la toalla. El declive electoral del PRD en 1986 abrió las puertas para volver al poder. Ahí estuvo hasta 1996. En el interín, hubo escándalos de fraude electoral en 1990 y en 1994. Bajo fuerte presión internacional tuvo que salir del ring en 1996. Volvió a postularse sin éxito en el 2000 y falleció en el 2002.
Hipólito Mejía gobernó del 2000 al 2004. Modificó la Constitución para repostularse, pero las dificultades económicas de 2003-2004 impidieron su reelección. A pesar de haber salido del poder con bajos números, volvió como candidato presidencial en el 2012 y perdió; también perdió la nominación del PRM en el 2016 y 2020.
Leonel Fernández llegó a la presidencia en 1996. La suerte le favoreció nuevamente en el 2004 ante la crisis económica de aquel año. También le favoreció que Hipólito había modificado la Constitución en 2002 para postularse consecutivamente en el 2008. Así, Fernández gobernó hasta el 2012. Cambió la Constitución en el 2010 y estableció nuevamente la reelección no consecutiva para poder repostularse en el futuro. Lo intentó sin éxitos para las elecciones de 2016, y luego, en el 2019 salió del PLD disgustado por el conflicto en las primarias. En el 2020 presentó su candidatura en su nuevo partido.
Danilo Medina llegó al poder en el 2012. Modificó la Constitución para repostularse de manera consecutiva en el 2016. Consideró modificarla nuevamente para repostularse en el 2020, pero no lo hizo por la razón que fuera (Pompeo, falta de votos en el congreso, etc.). Ahora está constitucionalmente inhabilitado para volver; por eso, al momento, es el único expresidente real. Tanto Hipólito Mejía como Leonel Fernández están habilitados para intentarlo de nuevo, aunque por edad, Mejía probablemente no lo haga más.
La República Dominicana necesita expresidentes que se dediquen a colaborar con el país y con sus partidos sin intención de competir nueva vez electoralmente; expresidentes que entiendan que hay otras formas de participar y contribuir.
Una condición para la renovación democrática de los partidos políticos dominicanos es enfrentar y superar el caudillismo. Los partidos no deben ser propiedad de nadie, ni perpetuar aspiraciones de nadie. Los partidos son espacios para la articulación de propuestas políticas que conciten apoyo popular.
Artículo publicado en el periódico HOY