La educación preescolar en el país ha sido un privilegio de los hijos e hijas de las familias que pueden costearla en instituciones privadas. En las públicas, donde van los pobres, el Estado la ha ofrecido en niveles muy bajos de cobertura. Y hasta hace relativamente poco tiempo, apenas existía en las escuelas grandes de ciudades y pueblos, porque en la zona rural eran contadas las que la impartían.

Un poco de historia para ilustrar el devenir de la educación preescolar o inicial, como oficialmente se denomina en RD.

La Ley Orgánica de Educación 2909 de 1951 la llamaba Educación Maternal. La describía así: El Consejo Nacional de Educación fija los cursos en que se divide, la duración de dichos cursos, las actividades que deben realizarse y la extensión y distribución en cada uno de ellos. En cuanto al  ingreso establecía: La educación maternal puede iniciarse en las escuelas maternales después de cumplidos los cuatro años de edad. Como toda educación que se suministre en establecimientos oficiales es gratuita. La asistencia en los establecimientos particulares se regirá siempre por los reglamentos y programas oficiales, y estará sujeta a la vigilancia del Estado.

Para la Ley de Educación 66’97, sustituta de la anterior, el Nivel Inicial es el primer nivel educativo y será impartido antes de la Educación Básica. Está dirigido a la población infantil comprendida hasta los seis años. El último año será obligatorio y se inicia a los cinco años de edad. Pero en la Constitución de 2010 se avanza y se establece que este nivel es gratuito y obligatorio.

En el Diseño Curricular del Nivel Inicial que aplica el Minerd desde el año escolar 2013-2014 se afirma: “Los cambios y las transformaciones socioeconómicas y culturales de la vida actual reclaman que, además de la participación activa de la familia en la formación de sus hijas e hijos, el Estado asuma un compromiso de corresponsabilidad conjunta con los distintos sectores,…para asegurar una oferta formativa de calidad durante la etapa del desarrollo humano en que más se necesita”. También reconoce que “La intervención del Estado cobra cada vez mayor relevancia dadas las condiciones de exclusión, pobreza y marginalidad en las que viven muchos ciudadanas y ciudadanos, teniendo, por tanto, el Estado el compromiso de ofrecer los apoyos y servicios necesarios para nivelar y compensar los desajustes originados por dichas desigualdades socioeconómicas y culturales que existen en el país, y que son generadoras de inequidad”. Esto quiere decir: escolarizar toda la población de 0 a 6 años.

Los especialistas aseguran que entre los 3 y 6 años, los niños y niñas experimentan un desarrollo extraordinario de sus habilidades y motivaciones para pensar acerca de lo que hacen, predecir el resultado de sus acciones, el lenguaje y recordar sus experiencias, mostrando que las vivencias que adquieren en el nivel preescolar/inicial son significativas no solo para su crecimiento integral, sino por la trascendencia que tiene dicha educación para sus años posteriores  como estudiantes.

Sin embargo, a pesar de haber transcurrido casi dos décadas y un lustro de la promulgación de la Ley de Educación 66’97 y la Constitución, respectivamente,  las autoridades gubernamentales y del Minerd no han incorporado esa población de 5 años al primer nivel educativo, y mucho menos a la totalidad de esa población, trayendo como consecuencia más desigualdades entre la dos poblaciones.

Según la Unesco, en su informe sobre Educación para Todos 2003, “La igualdad es un elemento esencial de los objetivos de la Educación para Todos. Excluir a los niños del acceso a la educación equivale a negarles sus derechos humanos más elementales, impedirles que desarrollen sus talentos e ir en contra de sus intereses fundamentales…Todos los gobiernos han admitido la responsabilidad que les incumbe de garantizar a todos la posibilidad de beneficiarse del acceso a la educación. También la sociedad tiene un interés fundamental en velar porque ese acceso sea una realidad, ya que de él dependen los avances en el desarrollo económico y social”.

La situación se agrava aún más cuando hablan las cifras reveladas por investigaciones científicas, como la que presenta la Unesco en su último informe sobre Educación para Todos 2015: “República Dominicana figura, junto a Paraguay, en el furgón de cola de los países de Latinoamérica que no han avanzado en la enseñanza preescolar, con menos de un 40 % de niños escolarizados en esta edad”.

La enseñanza preescolar avanzó en la región, aumentado a 75%-80% la cobertura en varios países, lo cual es significativo. Pero para el país, la educación preescolar/inicial fue avance legal y atraso real.