El pasado 16 de agosto inició el primer gobierno del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y Luis Abinader Corona como presidente de la República. Concluyó el quinto gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y el ciclo de 16 años consecutivos en la presidencia, distribuidos a partes iguales entre Leonel Fernández Reyna y Danilo Medina Sánchez.

Para el primer cuatrienio, 1996-2000, el presidente de la República Leonel Fernández Reyna seleccionó a Ligia Amada Melo de Cardona como Secretaria de Estado de Educación y Cultura. El 9 de abril de 1997, promulgó la Ley de Educación 66’97, que en el artículo 197 establece: “El gasto público anual en educación debe alcanzar en un período de dos años, a partir de la promulgación de esta ley, un mínimo de un dieciséis por ciento (16%), del gasto público total o un cuatro por ciento (4%) del producto bruto interno (PBI) estimado para el año corriente, escogiéndose el que fuere mayor de los dos, a partir del término de dicho período, estos valores deberán ser ajustados anualmente en una proporción no menor a la tasa anual de inflación, sin menoscabo de los incrementos progresivos correspondientes en términos de porcentaje del gasto público o del producto interno bruto (PBI)”. Fernández Reyna no cumplió con la ley, en ningunos de sus tres períodos de gobierno. Tampoco lo hizo el presidente Hipólito Mejía Domínguez en el período 2000-2004.

En los gobiernos sucesivos del PLD presidieron el Ministerio de Educación Alejandrina Germán  Mejía, Melanio Paredes Pinales, Josefina Pimentel Valenzuela, Carlos Amarante Baret, Andrés Navarro García y Antonio Peña Mirabal.

En el cuatrienio 2004-2008, Fernández Reyna designó a Alejandrina Germán Mejía y en el siguiente, 2008-2012, a Melanio Paredes Pinales, a quien destituyó el 2 de marzo de 2011. En su lugar nombró a Josefina Pimentel Valenzuela en el mismo decreto 90-11.

La designación de Josefina Pimentel produjo reacciones como las siguientes: a) La ministra  de Educación es veterana en esa rama; Fundó PLD, tituló elnacional.com.do. Además, detalla su formación académica, experiencia laboral y los retos a enfrentar. “Entre otros retos, Josefina Pimentel  debe ampliar la cobertura del sistema escolar público, disminuir la deserción estudiantil, mejorar las condiciones de trabajo de los maestros y mejorar la calidad de la enseñanza,  con un presupuesto de apenas  el 1.98 por ciento del Producto Interno Bruto (PBI)”.

  1. b) Josefina Pimentel: una ministra de carrera, publicó en estas mismas páginas, el columnista Luis González, donde expresa que el presidente Leonel Fernández “sin lugar a dudas, hizo su mejor elección, la más adecuada, la más oportuna”.

Su designación implicó que para el cambio de presidentes del cuatrienio 2012-2016 era la ministra de Educación y el presidente entrante, Danilo Medina Sánchez, la nombra en el mismo cargo, destituyéndola el 19 de julio de 2013. Medina Sánchez designó en el mismo decreto 209-13 a Carlos Amarante Baret y no volvió a nombrar educadores en esa cartera, que tiene el mayor presupuesto de la nación.

Según la Ley de Función Pública 41-08, del 16 de enero de 2008, los ministros son  funcionarios públicos de libre nombramiento y remoción, que ocupan cargos de alto nivel y de confianza de las autoridades ejecutivas del sector público. Sin embargo, el hecho de que esta ley no establezca criterios académicos específicos para seleccionar los ministros de las distintas carteras, no significa que a todas se las trata de la misma manera, pues en el Ministerio de Salud no se nombran agrónomos, ni en el de Agricultura, médicos. Pero en el de Educación sí se nombran profesionales de cualquier área. Aunque hay que señalar que Educación han habido titulares educadores de cuestionable desempeño.

Al parecer, todavía en el país no se han realizado investigaciones centradas en las figuras de los ministros de Educación. Estudios que podrían aportar información valiosa para determinar ¿en cuál de las gestiones se hicieron aportes significativos?, ¿cuál ha sido mejor?, o ¿quién evidenció mayor compromiso con la educación?,  entre otras preguntas que podrían plantear los investigadores.

Carlos Amarante Baret ostentó el cargo de ministro de Educación hasta completar el cuatrienio 2012-2016. Wikipedia, la enciclopedia libre, lo describe como “un político y abogado egresado de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra”.

El 16 de agosto de 2016, Medina Sánchez asume la presidencia por segunda vez y nombra mediante el decreto 201-16 a Andrés Navarro García, “un arquitecto, escritor, catedrático y  político” (Idem), egresado de  la Universidad Autónoma de Santo Domingo, quien renunció para optar por la nominación a la candidatura presidencial por el PLD. En su lugar, el presidente Medina Sánchez designó a Antonio Peña Mirabal, a través del decreto 71-19, del 24 de febrero de 2019 hasta concluir el período presidencial 2016-2020. Peña Mirabal estudió Contabilidad en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra.

Antonio Peña Mirabal cierra un ciclo de 16 años consecutivos de “los cambios y transformaciones educativas que produjeron los gobiernos del PLD”, pero que los estudiantes de los niveles preuniversitarios no evidencian en sus aprendizajes. Así lo confirman las mediciones internacionales en cada edición de las pruebas en las que participa la muestra de estudiantes dominicanos de los Niveles Primario y Secundario. En este sentido, se  podría pensar que una educación de calidad como la que se pregonaba, en el fondo ha sido cambiar sin cambiar, coincidiendo con lo que se conoce como gatopardismo, que  en sociología política, “se refiere a aquella estrategia política, reformista o revolucionaria, que simula cambiar una parte de la estructura para conservar intacto el todo, sin que nada cambie realmente. En otras palabras, hacer creer que todo o una parte del todo va a cambiar, cuando, en realidad, todo seguirá igual” (eluniversal.com.co, 2020). Esto es lo que, lamentablemente ha ocurrido en la educación preuniversitaria dominicana, básicamente en el período que inició en enero de  2013 con la aplicación del 4% durante los dos gobiernos presididos por Danilo Medina Sánchez.

En los últimos 7 años de este largo período que acaba de concluir, el Ministerio de Educación  estuvo presidido por ministros cuya característica más  notable es su vinculación con el partido gobernante, no la formación académica específica que demanda en estos tiempos la compleja función de un ministro de Educación. Tal vez por eso prosperó la educación de vitrina de costosa publicidad que se presentaba en los medios de prensa, que pregonó una calidad que hoy yace en los informes donde se justifica el dinero del 4% que se gastó con muy poca retribución en los aprendizajes de los estudiantes de la educación preuniversitaria.