Para quienes pensamos en la sociedad dominicana desde una perspectiva socio-educativa, el tiempo de elecciones y campaña electoral es una oportunidad para fortalecer los procesos de formación ciudadana, de la conciencia ética, ciudadana y política, orientada a colaborar en la creación de una sociedad decente, honesta en donde las y los ciudadanos asuman su condición de ciudadano o político consciente y comprometido con el bienestar colectivo.
Han surgido varios espacios de formación, diálogo y análisis, que están siendo aprovechados para el fortalecimiento de la conciencia ciudadana; entre éstos podemos señalar:
- Diálogo y análisis con las y los candidatos a regidores y síndicos en los municipios y provincias.
- Debates públicos por radio y televisión sobre las propuestas de aspirantes a regidores, regidores, alcaldes y alcaldesas.
- Encuentros y diálogos formales en los barrios con los aspirantes a cargos municipales.
- Aprovechamiento de las redes digitales para comunicar mensajes relacionados con llamados a la atención sobre los grandes problemas de una determinada ciudad, comunidad rural o territorio municipal, o provincial.
- Análisis y estudio de las propuestas políticas de regidoras, regidores, y aspirantes a alcaldes, alcadesas, que hacen propuestas diferentes, orientadas a mejorar la gestión del gobierno municipal.
Con motivo de la celebración del día de María de La Altagracia, el 21 de enero pasado, la Conferencia del Episcopado Dominicano, ha emitido una carta pastoral, titulada: “Elecciones 2020: espacio de participación y compromiso, en el 60° aniversario de la carta pastoral de enero1960”, que tiene particular importancia en la actual coyuntura. Entre las ideas más importantes podemos señalar:
1.- Una visión panorámica al acontecer latinoamericano en este último año, marcada por convulsiones sociales y políticas, nos debe llamar a reflexión en torno a las causas que han suscitado esas situaciones.
2.- La educación ciudadana juega un rol fundamental en nuestra sociedad y por lo tanto no puede estar ausente en la agenda electoral. Su promoción constituye un imperativo ético y una necesidad básica para el sostenimiento y fortalecimiento de la democracia.
3.- En estos momentos es necesario recordar principios esenciales de la ética que no pueden ser ignorados, especialmente por aquellos que aspiran a cargos ejecutivos.
4.- Reafirmamos que el voto es un derecho y un deber de conciencia que no debe estar motivado por intereses personales.
5.- El aniquilamiento de la ética marca el paso hacia el uso degradante del poder, a la explotación y a los abusos por parte de quienes ocupan los primeros puestos, y al arrinconamiento de una clase desposeída a la que solo le asiste el derecho a consentir.
6.- Como máximo ente responsable de la organización de los comicios, la Junta Central Electoral merece nuestro apoyo y el de todos los dominicanos, sobre todo en orden a velar por la dirección de un proceso electoral transparente, tanto al momento del sufragio como al del conteo de los votos, que son donde suelen producirse las principales quejas.
7. No se puede admitir la práctica corrupta e ilícita de compra y venta de
cédulas a la vista de todos, evadiendo responsabilidades y sin que se tome acción contra esta infracción electoral.
8.- Urge que las propuestas electorales se fundamenten en solución de las necesidades más imperiosas del pueblo dominicano, evitando las intrigas, calumnias y manipulaciones propias de las denominadas “campañas
sucias”, así como el despilfarro de recursos económicos en la publicidad desmedida.
9.- Exhortamos a quienes aspiran a cargos públicos en estas contiendas electorales, a tomar en cuenta en sus discursos nuestra realidad actual. El escenario de inseguridad y violencia que estremece a la familia y a todos los sectores de nuestra sociedad no puede ser reproducido por nuestros líderes políticos en una batalla que denote inmadurez y poco juicio.
10.- Exhortamos a votar por personas honestas que ofrezcan garantías de futuro a la patria.
11.- Nuestros candidatos deben presentar una agenda de acciones concretas que indique cómo van a enfrentar los graves problemas del país.
12.- Nuestros jóvenes, que han entrado al ruedo electoral presentando nuevas caras en los distintos partidos, deben ser los actores principales; pues son cerca de tres millones de jóvenes votantes quienes decidirán el futuro del país.
13.- Corresponde a cada dominicano apto para ejercer el sufragio examinar su conciencia y discernir por quién votar.
14.- En conciencia se ha de optar por aquellos candidatos y candidatas que garanticen que, una vez colocados en los puestos, encaminen sus pasos hacia un ejercicio responsable del poder. La decisión de votar por quienes presenten las mejores propuestas es fruto de un discernimiento que responde a la ley moral impresa en nuestras conciencias por la que distinguimos entre el bien y el mal.
15. Se hace un llamado a los profesionales que se dedican a la comunicación social
con un merecido reconocimiento a su trabajo y, a la vez, para motivarles al uso correcto de los medios de comunicación. Particular atención reclama, en este contexto electoral, el creciente fenómeno de la desinformación y los “fake news”, como la principal amenaza que, en la actualidad atenta contra el sagrado derecho de la ciudadanía a recibir información veraz y objetiva, lo que reclama, por parte de los hacedores de opinión redoblados esfuerzos por ajustar su exigente misión a los parámetros éticos que definen la misma.
16. Es necesario trabajar por un pacto nacional entre nuestros líderes políticos, en el cual suscriban un compromiso público en torno a las propuestas prioritarias para la sociedad dominicana, conformando una agenda nacional y provincial que trascienda los intereses personales y grupales a favor del bienestar colectivo de toda la Nación. Dicho pacto debe incluir el compromiso a gobernar de acuerdo con principios de justicia que
garanticen los derechos de todos y una especial dedicación a los sectores menos pudientes de la sociedad.
D. García (1) ha llamado a la atención sobre el desafío educativo que tiene la Junta Central Electoral, de cara a los comicios de febrero y de mayo del presente año: “Las elecciones municipales están a la puerta y todavía no todos los ciudadanos tienen claro qué y cómo han de hacer para votar. Según informaciones en prensa, radio y televisión, la JCE está preparando materiales para ello; pero ya se está haciendo tarde. Es necesario que la educación electoral se prevea y se organice con más tiempo en las elecciones de mayo de 2020. Si la educación electoral se prevé con antelación, los procesos y las acciones tienen más posibilidades de generar cambios en la mentalidad, en la visión y en la práctica de los diferentes actores y sectores sociales”.
En tiempo de elecciones y de búsqueda del poder para gestionar la cosa pública es oportuno mantener la memoria histórica y hacer referencia al discurso y a la práctica política de algunos de nuestros referentes más significativos. Entre otros, destaquemos dos personajes importantes: Juan Pablo Duarte y Juan Bosch.
De Juan Pablo Duarte recordemos su inspiración e intento por construir un país en donde la convivencia social se rigiera por una ley que fundamente y sostenga las relaciones de respeto y el ejercicio de los derechos y de los deberes ciudadanos para garantizar el bienestar colectivo.
Recordemos algunas de las frases más significativas e inspiradoras de J.P. Duarte: 1. “La política no es una especulación; es una Ciencia más pura y la más digna, después de la Filosofía, de ocupar las inteligencias nobles“. 2.- «Trabajemos por y para la patria, que es trabajar para nuestros hijos y para nosotros mismos». 3. «Mientras no se escarmiente a los traidores como se debe, los buenos y verdaderos dominicanos serán víctimas de sus maquinaciones». Y 4.- “Nunca me fue tan necesario como hoy el tener salud, corazón y juicio; hoy que hombres sin juicio y sin corazón conspiran contra la salud de la Patria“. (2)
De Juan Bosch recordemos su compromiso con los mejores intereses de la Patria, su ejercicio de educar la conciencia política del pueblo dominicano. Por eso fue persona determinante en la fundación de dos partidos políticos: el PLD y el PRD que tenían como misión ofrecer un instrumento político al servicio de los mejores intereses de la patria. Recordemos, además, su ejercicio transparente, comprometido y honesto del poder durante el efímero gobierno del 1963, con su progresista Constitución.
Recordemos algunas de las frases de la carta que J. Bosch dirigió al país, el 26 de septiembre de 1963, estando prisionero en la Casa de Gobierno: “Ni vivos ni muertos, ni en el poder ni en la calle se logrará de nosotros que cambiemos nuestra conducta. Nos hemos opuesto y nos opondremos siempre a los privilegios, al robo, a la persecución, a la tortura. Creemos en la libertad, en la dignidad y en el derecho del pueblo dominicano a vivir y a desarrollar su democracia con libertades humanas, pero también con justicia social”.(3)
En siete meses de gobierno no hemos derramado una gota de sangre, ni hemos ordenado una tortura ni hemos aceptado que un centavo del pueblo fuera a parar a manos de ladrones”.
Y después de haber dejado el PRD e impulsado la creación de un partido, el PLD, que él creía que debería ser diferente, comprometido con la liberación nacional, expresó su más íntimo deseo: Juan Bosch, escritor y líder partidario fundó dos partidos políticos: El Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y El Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Este segundo fue fundado el 15 de diciembre del 1973, tras renunciar al Partido Revolucionario Dominicano.
Juan Bosch dejó el PRD para fundar un partido que prometía ser “diferente” y que gobernara libre de corrupción y tráfico de influencia. Por eso, en 1982, declaró:«Los dominicanos saben muy bien que si tomamos el poder no habrá un peledeísta que se haga rico con los fondos públicos; no habrá un peledeísta que abuse de su autoridad en perjuicio de un dominicano; no habrá un peledeísta que le oculte al país un hecho incorrecto o sucio o inmoral», dijo Bosch en 1982.
En el contexto de la educación ciudadana y política en la actual coyuntura es importante tener en cuenta el reciente y excelente artículo publicado por Gedeón Santos, titulado, “El quiebre histórico y el rumbo perdido del PLD.(4) Lo expresado por este autor cobra más importancia por el hecho de que es un análisis hecho desde dentro de las estructuras partidarias. De hecho, el referido autor es un integrante de larga data y miembro del Comité Central del Partido de la Liberación Dominicana. En el pasado mes de octubre fue destituido de su cargo como representante permanente de la República Dominicana ante la Organización de Estados Americanos (OEA). Escribió recientemente un artículo titulado,
El artículo de G. Santos puede servir para hacer una reflexión seria sobre los efectos sociales de las políticas implementadas por el PLD en sus gobiernos desde el 1996. L. Mateo, (5) ha hecho una síntesis del artículo de G. Santos y destaca como aspectos más importantes del “quiebre histórico del peledeísmo” los siguientes aspectos: 1) El PLD es un “partido franquicia”, una corporación abierta a los rentistas, al narco, y a los poderes extranjeros. 2) Perdió toda idea de la decencia, y todo el esfuerzo subliminal que no se rendía ante el pragmatismo y el dinero. 3) Es un partido en el que impera la transacción y el comercio: Sus dirigentes reales son “concesionarios” de la organización. 4) El control de la organización política que fundara Juan Bosch está ahora en manos de rentistas sin formación, sin visión y sin sentido de la historia; dejando indefensos y a merced del dinero y del poder a los sectores más sanos que nos dieron origen. Y, 5, El PLD ha dejado de existir; claudicó en sus principios, perdió su esencia y su trayectoria histórica”.
En la actual coyuntura social y política de República Dominicana no podemos dejar de reconocer el papel de educación ética, ciudadana y política que están ejerciendo periodistas de la calidad de Marino Zapete, Altagracia Salazar, Huchi Lora, Edith Febles, Juan Bolívar Díaz, Adalberto Grullón, Nuria Piera y Alicia Ortega, entre otros y otras. Ellos y ellas se han convertido en forjadores de la conciencia histórica nacional, denunciando la corrupción, la violación flagrante de la ley, la manipulación de la justicia y la complicidad con la impunidad. Por eso, han asumido las consecuencias de sus actuaciones y de las acusaciones de estar parcializados a favor de los partidos de oposición y querer hacer daño al partido de gobierno.
En conclusión, la educación ciudadana, ética y política es un compromiso a ser asumido no solo por las y los educadores de la escuela formal, de los espacios de formación sostenidos por instituciones y ONGs, por el periodismo crítico y el liderazgo de las organizaciones sociales y comunitarias, comprometidas con el tema del mejoramiento y la vigilancia de las políticas públicas, sino también por el liderazgo político-partidario consciente y con visión histórica. Pues, en definitiva, todos y todas tenemos el desafío de aunar esfuerzos, en la actual coyuntura electoral, para fortalecer una educación ciudadana, que permita aportar en la re-orientación del rumbo social, encaminado a la construcción de una sociedad justa, equitativa, que genere mayores niveles de bienestar colectivo.
Notas:
- Educación Electoral. Acento, 20-1-20. Disponible en: https://acento.com.do/2020/opinion/editorial/8771379-educacion-electoral/
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Carta al pueblo dominicano después del Golpe de Estado de 1963. Disponible en: http://pld.org.do/website/juan-bosch/escritos/carta-al-pueblo-dominicano-despues-del-golpe-de-estado-de-1963/
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Listín Diario, 4-2-20. Disponible en: https://listindiario.com/la-republica/2020/02/04/602805/el-quiebre-historico-y-el-rumbo-perdido-del-pld
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Acento. 6-2-20. Disponible en: https://acento.com.do/2020/opinion/8777472-el-quiebre-historico-del-pld/