Desde que el profesor norteamericano John Franklin Bobbitt publicó en 1918 su obra The curriculum, la utilización del término curriculum se hizo frecuente, y aunque en la literatura pedagógica se han usado de manera simultánea otras expresiones como plan o programa de estudio, ha terminado por instalarse prácticamente de modo exclusivo.

Como este campo está ocupado casi exclusivamente por expertos y especialistas, es necesario aprovechar los medios de prensa para difundir algunas ideas que contribuyan a su compresión, porque la calidad de la educación, que interesa a todos, depende de la calidad del curriculum.

Además, no siempre se tiene claro de qué hablamos cuando hablamos del curriculum. ¿Se trata del plan o de los programas de estudios?, ¿del diseño curricular o de lo que se enseña todos los días?, o ¿el curriculum tiene que hablar de todo lo que sucede en la escuela?, entre  otras interrogantes.

La palabra curriculum es una voz latina que deriva del verbo curro y quiere decir  carrera. En términos operativos, lo que se debe hacer para lograr algo; por lo que hay que pasar para llegar a una meta. El concepto curriculum vitae no es sino la carrera de vida.

El uso próximo al latín señala curriculum para el singular, curricula para el plural (los curricula), en tanto que el español recurre a currículo y a currículos, respectivamente. La Real Academia de la Lengua admite currículum (acentuado).

En el país el término curriculum se impuso definitivamente a partir de la reforma de los años noventa, para pensar en el contenido y la forma de la enseñanza, y desde entonces forma parte del vocabulario habitual dentro y fuera del ámbito educativo.

Señala Grundy que cuando se habla de curriculum o de escuela, no se está haciendo referencia a conceptos abstractos cuya existencia es ajena o está por encima de la experiencia humana. Y sostiene: “Cuando hablamos sobre el curriculum escolar no hablamos sino de la forma en la que una sociedad, en un momento concreto de su historia, organiza un conjunto de prácticas educativas. De la misma forma, podemos entender por curriculum de una escuela, la manera en la que se organizan en ella las prácticas educativas; en suma, la oferta educativa propia de esa escuela".

Hablar del curriculum significa debatir sus problemas: qué tipo de educación demanda la sociedad, cuál es la mejor forma de desarrollarla, cuáles son los criterios y procedimientos de valoración y justificación…, lo cual lleva a enfrentar la práctica de la enseñanza como algo más que aquello que hacen docentes y alumnos entre las cuatro paredes del aula. Aquello que ambos hacen, no se debe olvidar,  se encuentra mediatizado por prácticas sociales, políticas, económicas, que conforman un conjunto de posibilidades y limitaciones que dan un sentido cultural específico al diseño, desarrollo y evaluación del curriculum.

De ahí que el curriculum representa una práctica social e institucionalmente organizada, compleja y dinámica que a la vez es de enseñanza y de aprendizaje, organizativa, política, de relaciones personales, de comunicación y de poder.

El curriculum orienta, explica y ordena el proceso educativo que desarrollan las instituciones educativas. Integra y relaciona actores, objetos, tiempos y actividades en torno a unas finalidades, por lo cual es susceptible de planeación, ejecución, evaluación y mejoramiento.

La calidad de un curriculum pasa por documentos bien escritos y convenientemente fundamentados, pues repercuten en todo aquello que sucede en el aula y la escuela, y ello remite a la calidad de la enseñanza y de los aprendizajes, a lo que se entiende como un trabajo bien hecho, tanto de docentes como de alumnos.

El curriculum es un proyecto de carácter cultural, social y educativo, uno de cuyos valores fundamentales radica en la capacidad de preparar a los alumnos y alumnas en la lectura, interpretación y actuación en  la sociedad en que viven.

Tienen razón los autores que afirman que el curriculum es el corazón de cualquier emprendimiento educacional y ninguna política o reforma educativa puede tener éxito si no coloca al curriculum en el centro.

Ya el país experimentó una reforma curricular que por la forma como se ejecutó fracasó. Ojalá que la Adecuación Curricular vigente, en el fondo otra reforma, no ocurra igual, aunque se observan las mismas prácticas.