CUANTICO
Quien no haya vivido en el campo o al menos conversado con campesinos dominicanos es muy probable que nunca haya oído la voz del título.
Por el tiempo que hace que no se oye esa voz se presume que ha ido perdiendo vigencia hasta entre campesinos. Más adelante se expondrá de dónde deriva la voz, así como su significación.
Existe la posibilidad de que la voz sea solo conocida o fuera solo usada en el Cibao. Se adelanta la explicación de que la voz deriva de “en cuanto”, con énfasis añadido por la terminación –ico para indicar disminución del tiempo que implica la acción de que se trata; es decir, “tan pronto como, inmediatamente, enseguida, de inmediato, sin dejar pasar tiempo”. En dominicano el chusco sugiere que “cuantico” significa que algo se hace más rápido que automáticamente.
Este cuantico puede aventurarse que lleva los mismos rasgos que generaron el contimá(s) del habla dominicana, “cuanto más”
En algunos casos este “cuantico” podía ir precedido de preposición, “en cuantico” para denotar la inmediatez de lo que se hacía. Para que no quede duda se hace constar que este cuantico no tiene relación alguna con la Física, nótese que no lleva tilde.
Ejemplos de la utilización de la voz estudiada son, “En cuantico lo vio, salió huyendo”. “Cuantico oyó que el patrón había llegado corrió a contarle el chisme”. El tiempo que transcurre entre una acción y la siguiente es muy breve; las dos acciones ocurren casi simultáneamente, son concurrentes.
Es oportuno que se mencione que ninguno de los lexicones diferenciales de español dominicano ha recogido la voz del título para salvarla del olvido.
En el Diccionario de americanismos de la Asociación de Academias de la Lengua Española puede encontrarse que en Bolivia y en el noroeste de Argentina, en medios rurales, se conoce cuantito para “en cuanto, tan pronto como”. Cuantico es sinónimo de “en cuanto”, pues significan “inmediatamente después de que”.
Algo que tiene cuantico en común con cuanto es que el último puede indicar la diminución de algo. Del mismo modo coinciden en que “cuanto” puede expresar grado o intensidad.
Este cuantico puede aventurarse que lleva los mismos rasgos que generaron el contimá(s) del habla dominicana, “cuanto más”. Aunque el Diccionario de la Lengua Española señala que “cuantimás” es vulgar, este adverbio existe. Corominas y Pascual citan autores famosos del pasado que usaron cuatimás y contimás, claro, con la mención que en la actualidad son consideradas voces vulgares.
Con respecto a este tema, estoy en deuda con mi hermano Jaime Guzmán. Él me recordó el uso.
CARAJETE
Este vocablo se trae a estas reflexiones acerca del idioma porque el autor de estos comentarios tiene una idea bien formada acerca de él. Es o fue un vocablo de uso en República Dominicana. Esa opinión viene avalada por el tiempo que hace que se conoce el vocablo, el uso que se ha dado a este; así como el tiempo que ha invertido en pensar acerca de su real valor.
Antes de pasar a otros aspectos del tema hay que señalar que el Diccionario de la lengua española, el de las Academias, reconoce este vocablo y ofrece una severa acepción, “Persona muy despreciable”. Ese repertorio de vocablos apunta que se utiliza en Venezuela y no añade otro país. El Diccionario de americanismos de las mismas Academias antes mencionadas, enmienda en algo los olvidos, pues agrega a Bolivia y Chile, países en los cuales se emplea también “carajete”.
Por lo menos el uso de carajo en República Dominicano aparece reconocido en la lista de países que lo usan de acuerdo con el lexicón oficial de la lengua española
El dominicano hablante de español no puede darse por satisfecho puesto que República Dominicana no aparece en la nómina de países en los que se usa la voz objeto de esta sección.
Hay que recordar aquí que carajete está relacionado íntimamente con carajo. Las dos voces son vulgares, despectivas y hasta malsonantes. El primer significado del carajo es “miembro viril”. Luego pasa el diccionario oficial de la lengua a caracterizar a la persona motejada de carajo, “persona a la que en una conversación no se quiere mencionar para desvalorizarla”.
En opinión de quien redacta estas líneas, el carajete es más despreciable que el carajo. Además, al carajo no solo no se desea mencionar por su nombre, sino que se menosprecia. Si al carajo se menosprecia, al carajete se desprecia, es un indigno de que se mencione por su nombre. Hay que recordar que la terminación -ete a veces se usa para añadir matiz despectivo a la voz base a la que se añade.
Por lo menos el uso de carajo en República Dominicano aparece reconocido en la lista de países que lo usan de acuerdo con el lexicón oficial de la lengua española.
Los atentos lexicógrafos tomarán nota de esta intervención y procederán sin falta a comparar el criterio expuesto aquí con el sostenido por estudiosos del habla dominicana para ocuparse de que en la próxima edición del diccionario oficial de la lengua se subsane la omisión.
PRÊT-à- PORTER
Al crear el prêt-å- porter hiciste. . .”
Los inconvenientes que se presentan para escribir en letras de molde o imprenta las palabras o frases en lengua extranjera, sobre todo en francés, es la representación gráfica de los diferentes acentos. Esto así porque esa lengua cuenta con tres tipos de ellos que se representan gráficamente, con dos de entre ellos que son extraños a la lengua española.
Como si lo anterior fuera poco, a eso se añade la dificultad con respecto a encontrar en el teclado las marcas correspondientes. Tomando en cuenta todo lo expuesto más arriba y, para que todos los lectores entiendan el mensaje, lo más expedito y conveniente es recurrir a la traducción.
De las dos expresiones la inglesa salió primero al mercado de las lenguas y luego surgió la francesa, un calco a esa lengua
Para las traducciones no hace falta conocer la lengua de origen de la frase extraña al español, porque en la actualidad el internet ofrece la oportunidad de conseguir traducciones casi siempre adecuadas.
En el mundo de la moda y la confección de ropa para vestir personas, se procura distinguir las confecciones de alta costura (haute couture) y las fabricadas masivamente. Las de consumo masivo se hacen de acuerdo con patrones de medidas preestablecidos. Las de confecciones a la medida se hacen conforme con los ajustes necesarios para adaptarlas a quien las compra y vestirá.
Durante largo tiempo se criticó que se dijera o escribiera “hecho a mano” por considerarlo una traducción mecánica del inglés y, para la ropa de calidad se prefiere el verbo confeccionar. La razón para actuar de este modo es que el verbo confeccionar implica mayor esmero. En esencia es realizar una cosa compuesta por partes o elementos. Hay más cuidado en confeccionar que en hacer.
Se escribió más arriba “ropa de vestir personas” porque en República Dominicana se conoce la “ropa de cama” y la “ropa de vestir”, que es la de gala, “dominguera” o “de salir”.
Por lo expuesto más arriba para traducir el prêt-å-porter se favorece el empleo del verbo confeccionar o su sustantivo correspondiente, confección. De allí para conferir mayor categoría a esta ropa, sin menoscabo de la que se elabora “a la medida” y de acuerdo con diseño exclusivo o de confección exclusiva, se propone que se la denomine, “ropa de confección”., que cuenta con “el buque insignia” para las grandes ocasiones.
Los patrones para este tipo de vestimenta son cuidadosamente estudiados. Esta clase de ropa se vende con la idea de que sienta o cae como la confeccionada a la medida. Generalmente quien realiza este género de prendas de vestir es un diseñador o diseñadora de alta costura que vende este producto como de calidad superior.
En inglés existe el ready to wear que se reduce a la ropa confeccionada en serie; aunque es un tipo de ropa fabricada (¿?) en serie que se asemeja a la confeccionada a la medida. De las dos expresiones la inglesa salió primero al mercado de las lenguas y luego surgió la francesa, un calco a esa lengua.
Traducido palabra por palabra, la expresión francesa significa “listo para ponérselo, a”.