“El sistema político como está no da para más, ni representa las demandas de la ciudadanía. El Congreso ha estado a espaldas de la gente y hay una cerrazón de la clase política”,

“El Legislativo se ha convertido en una mesa de partes del Ejecutivo, sin incidencia en la definición de presupuesto público. Criticamos las reformas laborales, tributarias y ambientales que promovió el Ejecutivo “con el argumento de atraer inversiones, pero que recortaban derechos de los ciudadanos, y que el Congreso quiso aprobar sin mayor debate, generando enormes resistencias de la ciudadanía”.

“Hay una marca progresista muy clara, ambientalista, y también una fuerte impronta del movimiento campesino. Planteamos en este debate electoral la necesidad de cambios profundos en el país como renegociar los contratos de explotación de los recursos naturales, que han sido rematados a empresas transnacionales sin que beneficien a la gente de nuestro país”,

“Hay que reconocer los derechos de los campesinos a decidir sobre su territorio”.

“Los que gobiernan deben tener un programa sustentado política y socialmente. Hemos visto el resultado del discurso sobre la prioridad de lo técnico. Con ese argumento (1) impulsaron reformas con clarísimo sesgo ideológico, que desmantelaron el Estado, institucionalizaron la corrupción, y derivaron en un debilitamiento de la institucionalidad del cual hasta ahora no nos recuperamos”.

“Hemos vivido desde 2009 múltiples conflictos sociales entre las empresas, las fuerzas del orden y las comunidades cercanas a los proyectos de extracción minera, de hidrocarburos y construcción de hidroeléctricas. Exigimos “reconocer los derechos de las comunidades campesinas y nativas a decidir sobre su territorio y sobre las políticas públicas que los afectan”.  “En los últimos años han estado marcados por duros conflictos sociales relacionados con el uso de los recursos naturales y el territorio, y han primado lógicas autoritarias, sin dialogar ni consultar”.

Todos los párrafos entre comillas  proceden de una publicación hecha por “El País” de España de una entrevista a Verónika Mendoza, peruana, 35 años, fluida en Qechua, diputada y postulante a la presidencia del Peru por el  Frente Amplio que ella misma describe como una organización política de izquierda que agrupa a núcleos sindicales, colectivos indígenas, de jóvenes y mujeres. He omitido varias alusiones directas al Perú en dichos párrafos solamente con la finalidad de evitar que el lector se percatara de que el discurso se refería a otro país y no a Dominicana, en cuyo caso podían haber suspendido la lectura.

“Mendoza era casi una desconocida en enero en las encuestas y, a diferencia de los candidatos García y Keiko Fujimori, que en algunas ciudades son recibidos con huevos y carteles de rechazo, reúne cada vez más electores que la escuchan. El sondeo más reciente coloca a Mendoza en el sexto lugar de preferencias, después del expresidente Alan García, de quien la candidata se diferencia diciendo: “No tengo experiencia en indultar narcotraficantes ni en corrupción, como otros candidatos”.

Que lastima que esta mujer no sea dominicana. Que pena que ninguno de nuestros candidatos enarbole un discurso similar. Que tragedia que los elementos de ese discurso ni siquiera formen parte de la agenda nacional. Que grande y profunda desgracia que la sociedad dominicana ni siquiera se percate de este discurso y lo exija y demande de quienes se postulan para posiciones electivas.

(1) se refiere al gobierno de Fujimori y al discurso de otros postulantes neoliberals.