Washington, Estados Unidos (EFE).- El cierre parcial de la Administración de EE.UU. se encaminaba este domingo a su tercera semana con el presidente, Donald Trump, evaluando sus opciones, entre ellas declarar una emergencia nacional que sacaría del juego a los demócratas.
Sin claudicar en su promesa electoral de construir un muro en la frontera con México, Trump volvió a referirse a la posibilidad de la emergencia nacional, aunque matizó que se decidiría "dependiendo de lo que ocurra en los próximos días".
El mandatario está trenzado en una disputa con los demócratas, ahora mayoría en la Cámara Baja, por la inclusión de una partida de más de 5.000 millones de dólares en el proyecto de presupuesto.
Los demócratas han calificado de "inmoral" e "ineficaz" el muro, y hasta ahora solo han estado dispuestos a destinar unos 1.300 millones para la seguridad fronteriza, con restricciones que impiden la construcción de la barrera.
"No me gusta hacer esto, no me divierto haciendo esto", declaró Trump entre preguntas de los reporteros sobre la situación de los empleados federales que no reciben paga a raíz del cierre parcial.
La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, reveló que el Gobierno Trump está analizando distintas alternativas y no confirmó ni descartó que pueda recurrir a fondos destinados a construcciones militares para financiar el muro.
"El presidente está preparado para hacer lo que sea necesario para proteger nuestras fronteras, para proteger a la gente de este país", declaró la portavoz al canal Fox News.
Consultada acerca de la posibilidad de que Trump se incline por construir el muro con fondos destinados a construcciones militares, Sanders señaló que están "buscando y explorando todas las opciones disponibles que tiene el presidente".
Fue tajante, en todo caso, al señalar que "cualquier acción" que el presidente tome "será legal".
Trump se trasladó este domingo a Camp David, una residencia presidencial situada a las afueras de la ciudad de Washington, donde los funcionarios de la Casa Blanca participaron este fin de semana de un retiro para delinear las prioridades para este 2019.
El gobernante ha intensificado en los últimos días sus declaraciones, en persona o desde Twitter, sobre el muro, que considera necesario para combatir el crimen, el narcotráfico, el tráfico de personas y la migración ilegal en la frontera sur.
Ha sido tal su campaña que subió a Twitter una imagen con su fotografía acompañada por la frase "Se acerca el muro", similar a una sentencia hecha popular por la serie de televisión "Juego de Tronos".
"Basta con los memes", le respondió en Twitter el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, quien le pidió a Trump que deje de "lastimar a personas inocentes" y reabra el Gobierno.
Schumer reveló el jueves a la salida de un encuentro en la Casa Blanca, al que asistió acompañado por la nueva presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, que Trumpha amenazado con que la parálisis de la Administración dure "meses o incluso años".
El senador demócrata por Alabama Doug Jones criticó la decisión de mantener el cierre y dijo que se opone a que se financie el muro sin que se conozca un plan sobre cómo se gastará ese dinero.
"Eso es lo que nos ha faltado hasta ahora en este cierre durante las últimas tres semanas", declaró el senador a CNN.
"No creo que mantener como rehenes a los trabajadores del Gobierno y a todos los afectados por los servicios gubernamentales sea la vía para determinar cuál es la mejor manera de asegurar nuestras fronteras", sentenció.
Después de la reunión de este sábado con los líderes demócratas, que concluyó sin avances, el vicepresidente, Mike Pence, confirmó en Twitter un nuevo encuentro en la Casa Blanca.
Trump también aludió al tema en la misma red social e indicó que la cita fue "productiva" y reveló que se discutieron "muchos detalles de la seguridad fronteriza".
"Ahora estamos planeando una barrera de acero en lugar de concreto", aseguró el mandatario, al considerar que esta sería "una buena solución", más fuerte y menos molesta, fabricada en Estados Unidos. EFE