Santiago de Chile, Chile (EFE).- El canciller de Chile, Heraldo Muñoz, reiteró que las elecciones presidenciales convocadas en Venezuela para el 22 de abril no cumplen con las "garantías mínimas democráticas" y lamentó el "fracaso" del diálogo que el Gobierno y la oposición han llevado a cabo en República Dominicana.
"Lamentamos profundamente que esto haya ocurrido, es malo para el pueblo venezolano y malo para América Latina. Chile reitera que solo aceptaremos aquello que cumpla con las garantías mínimas de una elección democrática", dijo el ministro de Relaciones Exteriores en rueda de prensa.
Chile anunció este miércoles que suspendía indefinidamente su participación como acompañante del diálogo venezolano al no haberse acordado condiciones mínimas para una elección presidencial democrática.
El presidente dominicano, Danilo Medina, que ha ejercido de facilitador de las conversaciones, aseguró que estas entraron en un "receso indefinido" luego de que la oposición venezolana se negara a firmar un texto rubricado ya por el presidente Nicolás Maduro, pero que considera insuficiente.
El ministro chileno de Exteriores dijo que tenía la esperanza de que el diálogo en República Dominicana lograra una "solución electoral, pacífica y política a la profunda crisis" que vive Venezuela.
"No tiene sentido continuar cuando no hay condiciones para unas elecciones presidenciales democráticas, libres y de acuerdo a las garantías y prácticas internacionales", sostuvo.
Muñoz consideró que los avances de las primeras rondas de diálogo sufrieron un "enorme traspié" con la decisión oficialista de impedir la participación en las presidenciales de los partidos opositores que no participaron en las elecciones municipales de diciembre pasado.
El jefe de la diplomacia chilena aseguró que está en contacto con otros cancilleres del Grupo de Lima, formado por una docena de países americanos, para analizar una posición común ante los últimos acontecimientos en Venezuela.
El canciller confirmó que Maduro fue invitado a la ceremonia de cambio de mando presidencial el 11 de marzo, como sucede con todos los jefes de Estado de países con los que Chile tiene relaciones diplomáticas.
Esto ha generado el rechazo de sectores políticos y sociales, que piden al Ejecutivo chileno que no invite al mandatario venezolano ni al cubano, Raúl Castro.
Muñoz instó a "no confundir lo político con lo protocolar" y recalcó que Maduro deberá "evaluar" la conveniencia de aceptar la invitación. "Cada jefe de Estado evaluará si es bienvenido o no en el país al que va", apuntó. EFE