San Juan encontró en el cultivo de habichuelas, maíz, aguacates, limones, pitahaya, café, batata, tomates, ajíes, y otros rubros, la oportunidad para colocarse en el centro de la mayor productividad agrícola en toda la región Sur.
Es así como el principal sustento económico de los habitantes en esta provincia es la agropecuaria, pues alrededor de 22 mil personas se dedican a cultivar la tierra.
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En la zona también hay sembradas 91 mil 436 tareas de arroz, según datos ofrecidos por la Unidad Regional de Planificación y Economía (URPE) del Ministerio de Agricultura.
Pero además, San Juan cuenta con mil productores que se dedican a ordeño de vacas, con producción diaria de 60 mil litros de leche, siendo las comunidades con mayor producción Punta Caña, Pedro Corto, Las Matas de Farfán y Carrera de Yeguas.
En la provincia también existen unas 60 pequeñas queserías, y diez centros de acopio de la Dirección Nacional de Ganadería, entidad que asegura la provincia se está convirtiendo en una pequeña cuenca lechera.
Juan Bautista Mateo Valdés, director regional agropecuario suroeste, recuerda los tiempos de mayor abundancia agropecuaria de la provincia, y que la empujó a ser conocida como El granero del Sur.
“No era una frase vaga. Era una realidad", asegura el funcionario. "En San Juan se producía la mayor cantidad de maíz que se obtenía en el país. Luego le seguía Luperón, Puerto Plata. Éramos grandes productores de maní también”.
Aunque explica que a partir de 1992, la capacidad productora de San Juan bajó debido al daño en el cultivo producido por la mosca blanca y otros temas ambientales, la provincia aún ocupa la posición de ser la zona donde más se siembra habichuelas, específicamente en El Valle.
En efecto, San Juan produce el 82 por ciento del material de siembra de este producto que se usa en el país, y más de un 50 por ciento del consumo nacional de habichuelas se obtiene en la provincia.
“Aunque se siembra en otras áreas, mayormente las siembras se concentran en El Valle, en el período otoño-invierno, que es noviembre. Estamos ahora mismo inmersos en el proceso de preparación del terreno, interferido transitoriamente por la ocurrencia de lluvias, que nos retarda un poco el proceso de preparación de tierra por los niveles de humedad del suelo”, indica.
El funcionario, encargado de la dirección que comprende las provincias de Azua, San Juan y Elías Piña, dice que en agosto pasado iniciaron una siembra récord de más de 168 mil tareas de habichuelas, con rendimiento de 2.5 por ciento, que superó el promedio anual que había de 1.5 a 1.8.
Destaca algunas iniciativas con las que cuenta el Gobierno para apoyar a los productores, como el programa de multiplicación de semillas, a través del cual se suministra ese material de siembra y se les brinda acompañamiento por parte de un equipo técnico.
“Se compra ese material con un incentivo de un 15 por ciento por encima del precio del mercado para asegurar un material con condiciones reales de semillas, no granos comercial sino con las características que requiere un material para ser plantado establecido como semilla”, indica Mateo Valdés.
El "Darío Contreras del campo"
El Ministerio de Agricultura en San Juan también cuenta con un complejo de secado de productos, al que apodan “El Darío Contreras del campo agrícola”.
“Este es el Darío Contreras del campo agrícola porque aquí por ejemplo vienen productos fermentados, como el caso del maíz, y aquí tenemos la posibilidad de que el producto salga completamente bien, sin ningún problema”, asegura Manuel Ernesto Lebrón Adames, técnico operario en el complejo.
Para la restauración se realiza, primero, un proceso de ventilación y luego, dependiendo las condiciones en que esté el producto, se le da temperatura en grado, con lo que se seca la humedad.
“Aparte del maíz podemos secar habichuelas, jengibre, cebolla, arroz… Estas máquinas son multiuso. El servicio es gratis. El productor viene aquí y nos dice, mira tengo X cantidad, a veces vamos con ellos al mismo campo para darle apoyo”, explica.
El complejo está ubicado en el Kilómetro 11 de San Juan, y diariamente recibe entre diez y 12 pequeños, medianos y grandes productores.
Proyecto Guanito 1
En el distrito municipal Guanito se encuentra el proyecto agrícola Guanito 1, en el que 87 parceleros se dedican a cultivar productos tan variados como aguacate, pitahayas, limones, mangos y otros rubros.
Cada agricultor tiene entre 25 y 30 tareas de tierra, y los productos cosechados allí se venden a nivel nacional, aunque ya se hacen las gestiones para exportarlos a mercados internacional, según explica a ACENTO Carlos Calderón, capataz del proyecto.
Calderón detalla que cuentan con un reservorio en donde se acumula el agua para el riego de las plantas, bajo un sistema de goteo, pero que necesitarían más bombas para poder distribuir el líquido en toda la finca.
“Necesitamos equipos. Por lo menos dos bombas más y apoyo económico del Gobierno para ver si podemos exportar la producción”, asegura.
Producción cafetelera
El café es uno de los productos que más genera empleos en el campo dominicano, pues todo su proceso involucra mano de obra, desde el vivero hasta la siembra, recolección, secado e industrialización del mismo.
Así lo señala Antonio Luciano, presidente de la Federación de Caficultores y Agricultores de San Juan, entidad que agrupa a tres mil 800 socios que se dedican a la siembra de café, maíz, habichuelas, guandules, y otros productos.
De esa cantidad, 1,200 campesinos cultivan café, que al año producen cinco millones de plantas.
“Y hacemos eso con un mecanismo de mantener primero la calidad de la planta que sembramos, la variedad y el tamaño”, agrega Luciano.
Gracias a ese esfuerzo diario que realizan, actualmente el Café Monte Frío que producen lo distribuyen en los supermercados de San Juan y Baní, mientras que en Santo Domingo se vende recién colado en algunos negocios de la Ciudad Colonial, Punta Cana y Puerto Plata.
Pero, Luciano pide también el apoyo del Gobierno para poder fortalecer la productividad de café y así exportarlo a mercados internacionales.
Específicamente, solicita al Banco Agrícola que permita a los pequeños productores tomar préstamos a tasa cero, ya que actualmente se les presta con un 8 por ciento de interés, para así tener un mayor capital de trabajo, pagarle la cosecha adelantada a los socios y poder exportarlo.