A raíz del alza de los precios de energía, en particular del petróleo, ha surgido en numerosas ocasiones el tema de las opciones y las oportunidades que brindan. En nuestro caso particular, nos referimos al tema en dos ocasiones ( ver entregas “El Ocaso del sector petrolero” y “Volatilidad y demás presiones externas”) donde alertábamos sobre las oportunidades que teníamos en el momento ante los depresivos precios de los hidrocarburos.
Explicábamos en aquel momento que contrario a la idea equivocada de muchos, los pisos bursátiles no solamente están para el puro hecho de crear fortunas y especular, sino que, por el contrario, en el caso de los commodities, surgen como una forma de garantizar el justo precio que dicta el mercado, pero sobre todo una plataforma para transferir el riesgo de los productores al igual que de los consumidores, ya sea vía contratos ‘outright’, o vía opciones, lo que intentaremos explicar más adelante.
Para el pico de la pandemia, cuando de manera efímera experimentamos precio ‘spot’ del WTI hasta -$37.63, producto de la sobreoferta y sobreabastecimiento en las costas norteamericanas, se habló mucho de aprovechar los precios, a lo que el entonces presidente del Consejo de Administración de Refidomsa (PDV), Félix (Felucho) Jiménez, se opuso públicamente, expresando al matutino Diario Libre lo siguiente, citamos:
"No tenemos capacidad de almacenaje porque tenemos nuestros depósitos llenos de crudo. La capacidad de crudo de la refinería es de 900,000 barriles, ¿y cuántos barriles tenemos nosotros ahora en estos días? 900,000 barriles porque no podemos procesar".
Sin embargo, en ese momento, por falta de conocimiento o no, la realidad era que los precios sí se podían aprovechar, tal como hemos afirmado en numerosas ocasiones; y uno de los mejores ejemplos ha sido México, que por largo tiempo ha obtenido grandes ventajas de esas coyunturas sin tener que comprometerse al almacenamiento del petróleo.
Tal como referíamos anteriormente, existen las compras de contratos outright u opciones. En el caso de outrigt se tiene la potestad de comprar entrega a futuro, ya sea entrega a meses, o inclusive, hasta a años. O bien, que utilizando contratos outright no se compromete la capacidad del momento de la refinería, en virtud de que no se pauta una entrega en el mismo instante. Otra manera de proceder es vía opciones, que en nuestra opinión son mucho más flexibles, dado que otorga el derecho, pero no la obligación de compra. Una gran oportunidad hubiese sido adquirir el oro negro precisamente en la época en que la refinería se encontraba “repleta”. En ese momento las opciones para entrega en este verano (temporada alta del petróleo), tenían un costo de US$410 por derecho a compra de 1,000 barriles de petróleo a un precio de US$45.00 (promedio del año pasado).
A fin de simplificar esta hipotética operación financiera, tomamos las cifras del Banco Central de la Republica Dominicana que nos muestra en el 2019 un total de importación de crudo de 8,913,200 barriles, y con una media en los últimos 10 anos de 8,317,000 barriles anuales. Haciendo un ejercicio matemático simple tomemos la media anual, y asumiendo el precio de US$45.50 por barril de petróleo estipulado en el presupuesto del 2021. Se necesitaría 8317 contracto de opciones a un precio de US$410 por opción, para un costo US$3,409,970. Este costo garantizaría al estado dominicano el derecho a la compra de 8,317,000 de barriles al precio de US$45.50.
De haberse hecho esa operación financiera, nos hubiésemos blindados ante las alzas de los hidrocarburos por encima de los US$45.50 que luego nos impactaron negativamente; obvio, que por un asunto de estrategia y hasta de liquidez bursátil se requería de múltiples fechas de entregas, en función de las proyecciones de importación mensual, incurriendo en una variación mínima de los precios de opciones.
Para un mejor entendimiento del tema, nos circunscribimos a utilizar una operación sencilla; no obstante, el estudio de proyecciones de opciones de precios conlleva un profundo análisis. Lo más aconsejable sería conformar un equipo de técnicos que se dediquen única y exclusivamente a la proyección de precios a futuros, al igual que a estudiar la viabilidad de opciones bajo el modelo Black-Scholes Merton.
En el caso de las proyecciones de los hidrocarburos, hemos estado históricamente lejos de lo presupuestado, por lo que no vemos descabellado invertir o asumir un costo en opciones de manera anual, implicando una cifra diminuta en proporción a nuestro presupuesto que nos brindaría tranquilidad ante la volatilidad de los precios de hidrocarburos, pues nos brinda un respiro en la ejecución del presupuesto nacional, al igual que en nuestra balanza comercial.