La calidad de un sistema educativo no es fruto del azar, se construye poco a poco. En consecuencia, en cada país la calidad de la educación avanza en la medida en que la impulsan las autoridades de cada etapa gubernamental. Estudios científicos sitúan la dominicana entre las peores del mundo. Pero, la sociedad reconoce que este Gobierno está dando algunos pasos que apuntan a cierto mejoramiento.
Asimismo, hay que recordar que el modelo educativo define el modelo de país al que se aspira. Por ejemplo, algunos países asiáticos se han posicionado como los mejores, convencidos de que la educación es la clave del éxito en el contexto mundial.
Alejandra Martins de BBC Mundo, en su artículo: 7 MITOS DERRIBADOS DE LOS MEJORES SISTEMAS EDUCATIVOS, publicado on line, del cual se extraen informaciones para estas notas, expresa: “Un sistema educativo exitoso es lo que buscan países alrededor del mundo, convencidos de que es la llave para transformar su futuro en un mundo complejo y competitivo”. Y agrega: “Todos lo quieren, pero no hay fórmulas y muy pocos lo logran”. Otro aspecto que destaca es que “Si algo está claro es que no basta con copiar elementos de naciones con mejores resultados, como Finlandia o Corea del Sur”.
La educación es un factor clave para el éxito personal y profesional, pero el éxito educativo depende de la formación del profesorado. Por tanto, es necesario derribar ciertos mitos que han hecho daños por muchos años.
A continuación los mitos que acaban de desmentir los sistemas educativos exitosos, según le narraron a BBC los expertos de la OCDE/PISA. Conocerlos puede ser una contribución para muchos educadores dominicanos.
Mito 1. Los estudiantes de hogares más pobres tendrán peor rendimiento
Los adolescentes en desventaja desde el punto de vista socioeconómico pueden lograr muy buenos resultados, según Andreas Schleicher, jefe de educación en la OCDE.
Los resultados de PISA muestran que el 10% de los estudiantes de 15 años de familias más pobres en Shanghái, China, tienen mejores resultados en matemática que el 10% más privilegiado de la misma edad en Estados Unidos y varios países europeos, señala Schleicher.
Mito 2. Lo importante es cuánto se gasta en educación
"El éxito de un sistema educativo ya no es el resultado de cuánto dinero se gasta sino en qué se gasta", dice Schleicher a la BBC.
Corea del Sur es uno de los países con mejores resultados de la OCDE, pero gasta bastante menos que el promedio de los países de esta organización. Y Eslovaquia gasta cerca de US$53,000 por estudiante entre los 6 y 15 años, pero tiene resultados similares que Estados Unidos, donde el gasto por estudiante es de US$115,000.
Los mejores resultados obedecen a varios factores, siendo clave el gasto en los profesores. Invertir en la calidad de los profesores destaca entre los más importantes, le dijo Salinas a BBC Mundo.
Este experto de PISA relató que el sistema desarrollado por Singapur, en los años noventa, para seleccionar, capacitar y remunerar a los profesores, incluyó el financiamiento completo a los estudiantes universitarios de Pedagogía; un salario docente (inicial y a lo largo de la carrera) competitivo comparado con otras profesiones, e incentivos al desempeño y al desarrollo profesional de los profesores, entre otros.
Mito 3. Las clases con menos alumnos son mejores
La reducción de los grupos ha sido una de las principales causas del aumento en el gasto por estudiante en muchos países en la última década, señala Schleicher. Los sistemas educativos con mejores resultados en PISA tienden a priorizar la calidad de los profesores por encima del tamaño de los grupos, según Andreas Schleicher. Y estos no revelan una correlación entre el tamaño de las clases y el rendimiento. Y la clave, nuevamente, es invertir en los docentes.
Mito 4. Equidad vs. Selección académica
Muchos creen que un sistema no selectivo promueve la equidad, mientras que un sistema basado en la selección según el rendimiento académico promueve la excelencia. Las comparaciones internacionales muestran que la equidad no es incompatible con la mejor calidad. Los sistemas educativos con mejores resultados combinan ambos factores. Ninguno de los países con altos niveles de estratificación está entre los primeros en rendimiento.
Mito 5. El mundo digital requiere agregar materias nuevas
"El mundo moderno no nos premia por lo que sabemos, sino por lo que podemos hacer con lo que sabemos", dijo Schleicher. Es mejor enseñar pocas materias en profundidad que agregar muchas materias.
Hoy se puede acceder a tanto contenido en Google, las habilidades se están digitalizando y los trabajos cambian rápidamente. Siendo así, el foco debe ser que los alumnos puedan manejar formas complejas de pensar y trabajar y se conviertan en lifelong learners (personas con el hábito del aprendizaje de por vida), agrega Schleicher.
Los sistemas educativos con mejores resultados no tienen currículos vastos pero de poca profundidad, sino que se concentran en enseñar unas pocas materias en gran profundidad, explica Salinas a BBC. "Para Latinoamérica esto puede ser visto como una invitación a mejorar la calidad de la enseñanza en las asignaturas fundamentales, y a enfocar esa enseñanza no en la memorización de contenidos sino en su aplicación crítica y creativa a nuevos contextos".
Mito 6. Para tener éxito hay que nacer con talento
Algunos psicólogos en el pasado sostienen que el rendimiento académico depende más de la inteligencia heredada, que del esfuerzo. "Es poco probable que un sistema educativo logre situarse a la par de los países con mejores resultados mientras no acepte que todos los adolescentes pueden rendir a niveles muy altos. "En Finlandia, Japón, Singapur, Shanghái y Hong Kong, tanto los alumnos, como los padres, los profesores y la sociedad en general comparten la creencia de que todos los estudiantes son capaces de lograr muy buenos resultados"", dijo Schleicher.
Mito 7. La inmigración baja el nivel
Integrar estudiantes de diferentes comunidades en el sistema educativo puede ser un desafío para muchos países. Sin embargo, los resultados de PISA muestran que no hay una correlación entre el porcentaje de estudiantes de familias inmigrantes y el rendimiento a nivel general para ese país, afirma Schleicher.