Jorge Mario Bergoglio fue elegido como el Papa no. 266 de la Iglesia Católica el 13 de marzo del 2013, hace 4 años. Asumió el nombre de Francisco, pues decidió tener a Francisco de Asís como modelo de referencia. Sustituía a un gobierno monárquico de 35 años que había tenido dos papas: Karol Wojtyla (1978–2005), polaco que gobernó por largos 27 años, y Joseph Ratzinger (2005-2013), quien había sido uno de los principales funcionarios del gobierno de Wojtyla, como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (1981-2013). Este último decidió renunciar a su cargo por la imposibilidad de seguir al frente de una institución cuestionada por una serie de escándalos de tipo ético, como los casos de pederastia y de manejo poco transparente de las finanzas del Banco Vaticano.
El gobierno de Jorge Mario Bergoglio, jesuita argentino, ha traído aire fresco a una institución en la que la historia milenaria tiene mucho peso, y en la que está haciendo intentos por promover cambios, rupturas y transformaciones.
El teólogo español J.J. Tamayo (1), ha hecho una juiciosa valoración de los primeros 4 años de gobierno de Francisco: “Las prioridades de Francisco son la economía, ecología y reforma de la Iglesia. A la economía le ha dedicado la exhortación apostólica ‘La alegría del Evangelio’, a mi juicio la más severa condena del actual modelo social y económico, que califica de injusto en su raíz, al tiempo que considera la inequidad origen de los males sociales y generadora de la violencia. La alegría del Evangelio se encuentra en plena sintonía con los movimientos populares mundiales, con quienes se ha reunido entre tres ocasiones identificándose con sus reivindicaciones de Tierra, Trabajo y Techo. El horizonte ético de Francisco es la opción por los pobres, la solidaridad, que entiende como decisión de devolver a los pobres lo que se les ha robado. La ética lleva a compartir, ya que ‘no compartir con los pobres los propios bienes es robarles y quitarles la vida. No son nuestros los bienes que tenemos, sino suyos’. El papa propone como alternativa ‘una vuelta de la economía y las finanzas a una ética en favor del ser humano’”.
J.J. Tamayo se ha referido, además, a la dificultad real para que Francisco promueva cambios estructurales al interior de una institución con más de 2000 años de historia: “La Iglesia Católica sigue configurada hoy como una patriarquía (…). Un patriarcado que se traduce en la exclusión de las mujeres del ministerio eclesial, del acceso directo a lo sagrado, de las funciones directivas, de la elaboración de la doctrina teológica y moral, y en la negación de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres”.
Francisco ha sido una persona auto-crítica al interior de la Iglesia. Ha invitado a los obispos a no tener “mentalidad de príncipes”, y a ser “pastores con olor a ovejas”. Y ha definido un perfil del obispo que necesitan las comunidades católicas en la actualidad. Y Francisco no solo ha definido el perfil, sino que ha comenzado a elegir y a colocar en diversas diócesis del mundo católico a personas que encarnan dicho perfil, como es el caso del actual arzobispo de Santo Domingo, Francisco Ozoria.
Un elemento importante a destacar ha sido el involucramiento de Francisco como Jefe de Estado, a través de sus enviados, en la mediación entre países enfrentados como en el caso de Cuba y Estados Unidos, o en el caso del conflicto entre gobierno y la oposición en Venezuela.
Otro aspecto positivo a señalar ha sido la preocupación y la cercanía de Francisco a los desplazados y refugiados que llegan a Europa provenientes de los países del Este europeo, de Siria y de África, fundamentalmente. Por eso ha hablado que el Mar Mediterráneo se ha convertido en un cementerio de personas, y ha exhortado a los líderes europeos y al presidente de USA, D. Trump a detener las guerras que provocan emigración forzosa y a “crear puentes y no muros”.
Francisco ha encontrado una férrea resistencia y oposición al interior del sector más conservador de la Iglesia Católica. Hay quienes le han considerado como un impostor, como se puede apreciar en unas declaraciones que aparecen en el blog de Lumen Marie, uno de los movimientos neo-conservadores que se fortalecieron en el gobierno de Karol Wojtyla (2). En dicho blog el movimiento expresa su desacuerdo con la renuncia del papa Ratzinger y rechaza a Francisco como un Papa ilegítimo.
Pero este movimiento no solo critica la renuncia de Ratzinger y la elección de Francisco. Se opone, además, al supuesto estilo de gobierno democrático del actual Papa. Señalan: “Nunca el magisterio de la Iglesia ha enseñado que hay que poner un gobierno horizontal en la Iglesia. Nunca. Todos los Papas han mantenido el gobierno vertical en la Iglesia. Pero ¿a quién quieren engañar?” El movimiento se opone, además, a la ideología que sustenta los documentos emanados por el Vaticano durante el gobierno de Francisco, porque supuestamente están en contra del Magisterio de la Iglesia: “Francisco es un hereje. Y no porque lo digan los otros, ni porque lo digamos nosotros, sino porque sus mismas palabras lo dicen (…) ¡Por favor: lean su panfleto comunista Evangelii Gaudium, a ver si está obedeciendo al Magisterio de la Iglesia! ¡No digan tonterías, que ya nadie se las cree! ¡Lean su Lumen Fidei, y verán lo lejos que está del Magisterio de la Iglesia! ¡Lean sus declaraciones y verán el hereje que es y cómo odia a la Iglesia!”
En definitiva, Francisco es un profeta valorado por muchos y odiado por otros, pero que actúa con mucha lucidez y coherencia (3). Está creando un equipo de pensamiento liberador y de práctica pastoral comprometida socialmente. No podrá cambiar las viejas estructuras eclesiales, pero en algunos lugares, como en el arzobispado de Santo Domingo, habrá contribuido a crear equipos de trabajo más cercanos al sueño de Jesús de Nazaret de construir una sociedad justa y equitativa, sostenida en una convivencia de hermanas y hermanos, que fundamentan su actuar cotidiano en los valores del amor, el servicio y la solidaridad sin límites.
Notas
- J.J. Tamayo, Francisco, cuatro años después. Disponible en: www.atrio.org/2017/03/francisco-cuatro-anos-despues/
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Francisco el impostor, https://josephmaryam.wordpress.com/2013/12/28/el-impostor-francisco/
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F. Pimentel. Francisco, un profeta coherente en hechos y palabras. – Disponible en: acento.com.do/2015/…/8275543-francisco-un-profeta-coherente-en-hechos-y-palabra.