Ginebra, (EFE).- A solo siete semanas de la reunión ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Buenos Aires, las negociaciones entre los países son "complicadas" y difíciles", dado que por ahora no hay un consenso evidente en ninguno de los temas, según fuentes cercanas a las deliberaciones.
Argentina será el primer país suramericano que acoge la Conferencia Ministerial bienal de la OMC, que se celebrará del 10 al 13 de diciembre, y las negociaciones para asegurar un resultado son intensas, pero en estos momentos aún llenas de divergencias.
"Hay demasiados temas sobre la mesa y ningún país quiere abandonar el suyo", señalaron las fuentes.
El director general de la OMC, Roberto Azevêdo, instó el pasado día 24 a los países a ser "flexibles y pragmáticos".
"Mientras hay señales de posibles convergencias en algunas áreas, en muchas otras no es el caso", admitió.
"Dada esta situación, los miembros tienen que decidir muy pronto qué temas quieren elevar a los ministros para su consideración en la conferencia y cuáles no avanzan lo suficiente", señaló.
En la misma línea se expresó el pasado día 19 la presidenta de la ministerial, Susana Malcorra, quien además dijo a los jefes de delegación que "hay vida después de Buenos Aires".
"Si tenemos una combinación de resultados y procesos después de Buenos Aires (…) la reunión podrá considerarse un éxito", opinó.
Entre todos los temas sobre la mesa los que "están en juego" actualmente para un eventual resultado en Argentina -ya sea un acuerdo o un futuro programa de trabajo-, son, en el capítulo agrícola, el de las existencias públicas con fines de seguridad alimentaria y el de la ayuda interna (subvenciones y otros programas de ayuda que estimulan la producción y distorsionan el comercio).
También posiblemente la transparencia en las restricciones a la exportación en la agricultura, y en el ámbito de los servicios la regulación nacional de los mismos, según las fuentes.
Pero de todos ellos el tema que más posibilidades de acuerdo tiene en la capital argentina es la prohibición de los subsidios a la pesca, dado que es la cuestión "más avanzada" por ahora.
De siete textos que presentaron diferentes grupos y delegaciones ahora hay uno consolidado, si bien aún con "muchos corchetes", lo que indica que sigue habiendo diferencias.
En este capítulo se podría llegar en Argentina al menos a un consenso sobre la prohibición de subsidios a la pesca ilegal y no regulada, mientras que para aspectos más técnicos como el territorial, las organizaciones de pesca regionales y otros se podría elaborar un programa de trabajo, indicaron las fuentes.
Donde los miembros están aún "muy divididos" es en un mecanismo de salvaguarda especial para los países en desarrollo en el capítulo de la agricultura y en las normas comerciales para el algodón.
En Buenos Aires los miembros también deben decidir si renuevan o no por dos años la moratoria sobre los derechos de aduana a las transmisiones electrónicas que vence a finales de año, una cuestión en la que algunos países ponen condiciones.
Si los países no alcanzan un consenso en los diferentes temas es posible que decidan avanzar de manera plurilateral en algunos y elaborar un programa de trabajo para otros.
EE.UU. ya ha afirmado que no espera ningún resultado negociado en Buenos Aires, según las fuentes.
El hecho de que en esta fase de las negociaciones no haya aún un consenso evidente en ninguno de los temas sin embargo "no es nada inusual", aseguraron las fuentes.
Así, la OMS se prepara para una ministerial "complicada y difícil", sin "éxitos aplastantes", pero tampoco espera "un colapso" o fracaso de las negociaciones. EFE