SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Cuando el 19 de mayo de 2017 el ministro de Turismo, Francisco Javier García Fernández, visitó la región este del país, incluyó en su recorrido a la playa Macao. Una vez allí, prometió establecer mayores regulaciones, tras un ‘‘estudio técnico’’ que permitiría su intervención para ‘‘mejorar la oferta de este destino’’. Todavía se desconocía la resolución que se avecinaba.
‘‘Lo que haremos en esta hermosa playa será espectacular para el disfrute de todos los turistas e incluso servirá de modelo a seguir para replicar en otros lugares”, alertó con orgullo García Fernández, en un recorrido acompañado del presidente de la Asociación de Hoteles y Proyectos Turísticos de la Región Este (Asoleste), Ernesto Veloz; el jefe de la Armada Dominicana, Miguel Peña Acosta; y del director del Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (Cestur), general de brigada Juan Carlos Torres Robiou.
También caminó por la playa de El Cortecito.
Pero esta no era la primera visita al lugar en el pasado reciente. Dieciséis días antes, el 3 de mayo, García Fernández se reunió con ‘‘los representantes del circuito’’, según narró en un discurso pronunciado dos semanas después del primer encuentro. Había prometido que regresaría y así lo hizo.
Un tratamiento ‘‘VIP’’
Julio avanzaba, cuando el día 13 el ministro de Turismo acompañó al presidente Danilo Medina a la inauguración de 7 mil 300 nuevas habitaciones hoteleras, sin incluir las 750 que serán edificadas en la ‘‘idílica y exclusiva playa de Juanillo en Punta Cana’’.
Ese día García Fernández informó que el mandatario ‘‘alineó’’ a todos sus funcionarios para que la inversión extranjera y local reciba tratamiento VIP (Persona que recibe un trato especial en ciertos lugares públicos por ser famosa o socialmente relevante, explica la Real Academia Española).
En esa misma actividad, Abraham Hazoury, miembro del Consejo de Administración de Cap Cana, proyecto que defiende la polémica resolución de Turismo que permite hasta 22 pisos de construcción en la zona costera del este y desconocida entonces por la opinión pública, dijo que a partir de 2018 ese polo turístico lanzaría, junto a un grupo de inversionistas, “un megaproyecto” de diez mil habitaciones hoteleras.
La zona de Punta Cana agrupa las playas de Arena Gorda, Bávaro, Uvero Alto, Lavacama, Macao y la de El Cortecito. También las playas de Cabeza de Toro, Cabo Engaño, Punta Cana y Juanillo. El litoral de la zona de Punta Cana se extiende 50 kilómetros de costa. La playa de Bávaro es reconocida como “un tesoro nacional” por la riqueza de su flora y fauna, y por las bellezas naturales que allí se aprecian.
El 6 de agosto, el Consejo de Fomento Turístico (Confotur), adscrito al Ministerio de Turismo (Mitur), aprobó la clasificación de 19 proyectos turísticos con una inversión estimada en US$1,339.2 millones, que agregarían unas 6 mil 150 habitaciones. Turismo no dio muchas explicaciones, pero subrayó que tiene la intención de establecer 12 de los 19 proyectos en la provincia La Altagracia.
Todavía se desconocía cómo Turismo estaba amarrando los vientos. Pero el 19 de septiembre, el designado por el presidente Medina para regir la política turística dominicana ‘‘reveló’’ que la cantidad de habitaciones hoteleras aumentaría en un 20 por ciento, ‘‘lo que evidencia la confianza de los inversionistas en el mercado dominicano’’. En su discurso anunció ‘‘el momento de gloria para el turismo dominicano’’.
Caminaron 25 días de septiembre. García Fernández participa en la principal feria turística de Francia, la “International French Travel Market” (IFTM) Top Resa. Durante tres días sostuvo unas 30 reuniones con el objetivo de ‘‘garantizar más turistas europeos y especialmente franceses’’ para República Dominicana.
Esta feria es ‘‘tan importante’’ para el país que, según el Ministerio de Turismo, esas reuniones definen cerca del 90% del plan de acción del año siguiente.
Turismo sostenible
Llegó noviembre y el incumbente marcó el mes con la exposición “Papel del Turismo y Logros de los Objetivos de Desarrollo Sostenible” en la sede de la Organización de las Naciones Unidas, en Nueva York, Estados Unidos.
García Fernández, un economista y abogado conocido como estratega de campaña dentro del oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD), dijo ante el Congreso Hispanoamericano de Prensa que en República Dominicana se trabaja para “un turismo sostenible”.
Pero llegó la brisa de diciembre y los vientos se inquietaron cuando la Asociación de Hoteles y Turismo de la República Dominicana (Asonahores) denunció el contenido de la Resolución 002/2017 que Turismo emitió en octubre y quedó extrapapelada hasta la recta final del año. La nueva ordenanza deja de lado el modelo de construcción en la zona turística de Punta Cana-Bávaro-Macao que solo permitía edificios de cinco niveles para no agredir la unidad paisajística y evitar entorpecer a los vientos que dan vida a las playas.