SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El hecho de que el sostenido crecimiento de la economía dominicana, estimado en 6.4% en la primera mitad del año, no está produciendo una mejoría significativa del poder adquisitivo de la mayoría de la población, es algo que admiten incluso las propias autoridades.
De hecho, este miércoles el gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, recordó que al cierre del 2014 el ingreso promedio real del trabajador dominicano era prácticamente el mismo del año 1991, pese a que en los últimos 23 años la productividad ha aumentado un 65.5% en el país.
Para el economista Pavel Isa Contreras, si bien hay un dinamismo económico incluso superior al registrado en el 2012 o 2013, esto no se ha traducido en una reducción importante de la pobreza, ni de las tasas de desempleo, a pesar de los cientos de miles de plazas de trabajo que asegura haber generado la administración de Danilo Medina.
“El problema es que nos enfrentamos a lo mismo que el gobernador (del BC) señalaba. Otra vez asistimos a un crecimiento que no se traduce en una disminución significativa de la pobreza, en una mejoría de empleo”.
Agrega Isa Contreras que el Gobierno “ha planteado que hay una disminución de la tasa de la pobreza en cuatro puntos porcentuales en un periodo de un año, sin embargo las tasas de desempleo no ceden, siguen casi rígidas”.
Se trata, afirma, de una dinámica de crecimiento económico “sin desarrollo social”, cuyos mayores dividendos se siguen concentrando “en pocas manos”.
“Vemos un crecimiento económico del 6, del 7 %, y sin embargo el desempleo no cede, y los salarios reales están estancados y en declive en un contexto de crecimiento económico. Entonces ¿quién se está beneficiado del crecimiento, para qué crecer si no podemos hacer que la gente viva mejor, que pueda mitigar algunas de las privaciones con las que vive?”.
Apunta que a pesar de ello “el mercado de trabajo no está creando suficientes empleos como para absorber la nueva población que cada año entra al mercado de trabajo, entonces la tasa de desempleo se mantiene bajando pero muy poco”, con relación a las personas que entran cada año a engrosar el mercado laboral.
“Es un crecimiento económico que está concentrado en unas pocas manos, y al mismo tiempo una parte del crecimiento se genera en sectores que no crean empleos, o empleos precarios, de bajos salarios, y el resultado es un desempeño social muy deficiente”.
Señala entre estos sectores a las finanzas, minería o el comercio. “El único sector que parece que crece y genera empleos es la construcción; comercio tiende a generar empleos precarios, y la agropecuaria está decreciendo”.
Ruptura entre crecimiento y creación de empleos
De acuerdo con Isa Contreras, las propias cifras oficiales evidencia una especie de “ruptura” con relación a épocas anteriores. “En años, décadas pasadas, el crecimiento económico estaba muy asociado a la reducción de la tasa de desempleo. Uno veía claramente que las curvas se movían en direcciones opuestas: crecía la economía, y la tasa de desempleo bajaba”.
Pero ahora, explica, “lo que vemos es que la economía crece, y las tasas de desempleo no bajan, son rígidas. La manufactura no crece de manera muy dinámica y menos ahora en un contexto de devaluación del yuan, donde las importaciones chinas van a golpear a las manufacturas domesticas, en el mercado nacional y fuera" de RD.
Agrega que la apertura comercial, más la falta de políticas públicas de desarrollo productivo, han implicado que el sector manufacturero “haya sido arrinconado y no sea un sector dinámico de generación de riqueza, pero al mismo tiempo de seguridad y de bienestar” social.
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