SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El crecimiento de 7.1% que según las cifras oficiales tuvo la economía dominicana en el 2014 no se sintió con esa misma fuerza en el ámbito de la micro, pequeña y mediana empresa (Mipymes), sino que benefició básicamente a sectores de un menor impacto en la producción de empleos y en la distribución del ingreso.

Así lo consideró este jueves el presidente de la Confederación Dominicana de las Medianas y Pequeñas Empresas (Codopyme), Isachart Burgos, quien ponderó, no obstante, la importancia de este indicador en términos de la estabilidad macroeconómica y la inversión pública y privada.

“Siempre es una buena noticia el crecimiento económico, porque marca una estabilidad que se refleja en la inflación menor de dos dígitos, bajas tasas de interés, confianza para la inversión extranjera y la inversión pública, porque el Gobierno dispone de más recursos para invertir” en áreas sensibles, como la salud, explicó.

Señaló, no obstante, que “el problema es que hemos desarrollado desde hace algunos años un modelo económico de concentración de la riqueza en las mismas empresas y los mismos sectores”.

De acuerdo con el informe del Banco Central, el crecimiento a nivel macroeconómico fue impulsado en gran medida por el auge de sectores como la minería (Con un aporte del 20.9% al PIB), que en opinión de Burgos “no aportan la cantidad de empleos” que las microempresas, por ejemplo, “ni disminuyen riquezas en los barrios y provincias”.

“¿Por qué el modelo económico mantiene esa concentración y la población en sentido general no percibe ni se beneficia del crecimiento?”, se preguntó Burgos al citar datos como el decrecimiento del sector industrial manufacturero, cuyo aporte al Producto Interno Bruto (PIB) ha bajado de 23% a menos del 15% en los últimos veinte años.

Reiteró que ve como positivo el crecimiento del 7.1%, el mayor de toda la región según el Banco Central, a pesar de que no se sintió “en los mismos niveles ni en la misma dimensión” en las micro y pequeñas empresas, sector que aporta cerca del 40% del PIB nacional y 2.5 millones de empleos directos.

“A lo que aspiramos es que el crecimiento sirva para favorecer el desarrollo y elevar la calidad de vida la población; el Gobierno debe provocar que esa riqueza se distribuya, y por el lado de las mipymes es el escenario ideal, porque somos el sector más dinámico de la economía”, sostuvo.