Miami, Estados Unidos.- La depresión tropical que se formó este sábado al este de las Antillas menores se fortaleció de nuevo en las últimas horas y es ya una tormenta tropical denominada Dorian que amenaza con llegar a las costas de Puerto Rico y República Dominicana como huracán la próxima semana.


El Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos indicó en su boletín de las 21.00 GMT que la cuarta tormenta tropical de la cuenca atlántica está a unas 725 millas (1.165 km) al este-sureste de Barbados y presenta ya vientos máximos sostenidos de 40 millas por hora (65 km/h).

Dorian se desplaza hacia el oeste a 12 millas por hora (19 km/h) y se espera que mantenga este rumbo esta noche, aunque podría virar hacia el oeste-noroeste este domingo, movimiento que continuará hasta el martes.

Los expertos del CHN, con sede en Miami, indicaron que, de esta forma, Dorian se podría dirigir rumbo a la costa sur de Puerto Rico y República Dominicana, donde podría llegar como huracán el próximo jueves o viernes, según el cono de proyección de trayectoria que han elaborado.

Los vientos máximos sostenidos han aumentado en las últimas horas y se pronostica un fortalecimiento gradual durante los próximos días hasta que alcance vientos huracanados -de 74 millas por hora o más (120 km/h)- el martes, cuando esté cerca de las Antillas menores centrales.

Los vientos con fuerza de tormenta tropical se sienten hasta 25 millas (35 km) desde su centro, indica el boletín del CNH.

Puerto Rico todavía lucha por recuperarse por completo de los efectos del devastador paso del huracán María por la isla en 2017.

Según un estudio encargado por las autoridades de Puerto Rico, 2.975 personas murieron entre septiembre de 2017 y febrero de 2018 como consecuencia del huracán María, aunque, según otros cálculos, las víctimas mortales superaron los 3.000.

En lo que va de temporada de huracanes, que comenzó en junio pasado, se han registrado tres tormentas tropicales, Chantal, Andrea y Barry, que se convirtió en huracán en julio poco antes de tocar tierra en Luisiana (EE.UU.), donde dejó cuantiosas pérdidas materiales, pero ninguna víctima mortal directa. EFE