#SERTRANS: Ser libre, hundirte en una depresión, o pasar trabajo viviendo una mentira

 

 

Por Mery Lois Dorrejo | “Son cosas que van más allá del mismo control humano de uno, ya al final nada más te queda la decisión o de ser libre, o de hundirte en una depresión o de pasar trabajo viviendo una mentira”, Aimée Acevedo.

Aimée Acevedo se considera una activista trans y se define como una feminista orgullosa, y como cualquier mujer, es blanco del acoso sexual callejero.

Las microagresiones se maximizan más cuando es una persona trans”

De clase media, con dominio del inglés, familia protectora e inclinación hacia las artes, su transición estética, corporal y emocional hacia la mujer que siempre fue floreció a los 17 años, a pesar de vivir en un país con tabúes en esta materia.

Despreocupada, deja al descubierto una sonrisa amplia al recordar el lugar donde inició el descubrimiento de su identidad, desde la residencia estudiantil de la escuela de arte Altos de Chavón en La Romana. Allí comenzó a sentir lo que quería en cuerpo y mente. Comenzó a desarrollar su auto-imagen, la percepción que deseaba de sí.

No confundir identidad de género y la orientación sexual.

Mientras la identidad de género trata de la auto-determinación del ser a nivel interno, la orientación sexual trata de la atracción y relación con otras personas, externas.

“En Chavón yo era muy libre. En Chavón me representaba como yo me sentía. En Chavón tenía esa libertad”, rememora.

Tu no tienes que entender la decisión de otro para respetar su humanidad”

Enseguida, se pone como meta completar el proceso de transición de su identidad de género. “Lo más rápido posible”, decide Aimée con conciencia de que vivía el período de la pubertad, la antesala de la vida adulta. Supo que mientras más tiempo demorara en hacer la transición, más difícil se le haría revertir los cambios.

En consecuencia, interrumpe sus estudios y focaliza su vida en torno a su proceso de transición social, que para Aimée incluía una transición también física de tratamientos hormonales y cirugías estéticas, que devienen en procedimientos costosos.

Pero la vida le siguió sonriendo. Si bien llega a Santo Domingo incómoda y avergonzada de presentarse como hombre, rápidamente conoce a la persona que se convertirá para Aimée en su aliada madrina del proceso de su transición social: su supervisora de trabajo.

No todas las personas trans deciden transicionar con cambios médicos: hormonales o físicos. Cada persona es libre de decidir qué cambios procurar. Esto no hace a una persona “menos trans”, “menos mujer” o “menos hombre”.

“Mira, honestamente tú me estás viendo representándome como un chico delante de ti, pero yo soy una mujer trans. Mi propósito es ahorrar dinero para poder, de alguna manera, costearme cualquier procedimiento que me va a ayudar a alcanzar mi goal de transicionar exitosamente de un género a otro”, transparenta Aimée con valentía en la entrevista de trabajo de un centro de llamadas (call center).

Contratada y acogida de inmediato, la flor resplandecía y brotaban los frutos.

Gradualmente comenzó a ir vestida de mujer, mostrando y dejándoles saber quién era. “Saliendo del clóset” como mujer trans, un paso importante en la transición social y física hacia la persona que deseaba ser, con protección de su supervisora de trabajo.

La próxima persona trans puede estar en tu familia”

Sin embargo, como al árbol que más frutos da, es al que más piedras le tiran, comenzó como mujer trans a encarar la discriminación, las microagresiones y violencias estatales, institucionales, sociales, personales y físicas hacia su persona: el problema de qué baño usar se convirtió en una constante, debido – según la compañía – a que su cédula no la identificaba como mujer.

“No puedes usar el baño de mujer porque tu cédula dice que tu eres un hombre, entonces si tu cambiaras tu cédula...”, recuerda Aimée. Finalmente, la empresa optó por despedirla.

 

TRANSFOBIA

 

Parece ser que la aceptación a personas trans, travestis y tildados “hombres disfrazados de mujer” se supedita a la burla con chistes o comentarios de índole despectivos.

Para la activista trans Aimée Acevedo, lo que alimenta en mayor medida la transfobia del pueblo dominicano comienza con la representación de las personas trans en los medios de comunicación.

“Que haga una payasada y vamos a reírnos toditos, jajaja, porque eso sí da risa”, advierte Aimée Acevedo.

Sin embargo, tal discriminación revestida de caricatura vela las problemáticas y necesidades de la población trans.

17 de mayo, Día Internacional contra la Homofobia, la Lesbofobia y la Transfobia.

Su objetivo principal es el de coordinar todo tipo de acciones que sirvan para denunciar la discriminación de que son objeto las personas homosexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales, y para hacer avanzar sus derechos en todo el mundo.

 

El 17 de mayo de 1990, la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) eliminó la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales.


 

ESTIGMA Y DISCRIMINACIÓN “EXTREMOS Y GENERALIZADOS”

 

Hay gente que la educan, como a rechazar, como a rechazarnos”

 

Si bien el país comprende a un amplio colectivo de mujeres y hombres que conviven con múltiples situaciones de exclusión, desigualdad y subordinación, afecta de manera considerable a las mujeres y hombres trans.

Para Aimée, la problemática más visible y normalizada la constituye la discriminación que responde a una “transfobia y homofobia” internalizada, entendida como la aversión hacia las personas trans, gays y lesbianas o hacia aquellos cuya expresión de género no se ajusta a los roles de género tradicionales.

Al desafiar la heteronormatividad establecida por la cultura, éstas personas tienen un mayor riesgo de sufrir violencia a lo largo de sus vidas, comprende el Centro de Orientación e Investigación Integral (COIN).

Como fenómeno mundial, el llamado para erradicar estas actitudes y prácticas de las escuelas, lugares de trabajo y espacios públicos, en particular de los servicios de salud, lo encabezan la Organización Panamericana de la Salud y Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), en el marco del Día Internacional contra la Homofobia, Lesbofobia y Transfobia.

La jornada se observa cada 17 de mayo desde que en 1990 la OMS eliminó la homosexualidad de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE).

 

 

HOMOFOBIA-LESBOFOBIA-TRANSFOBIA

Es la aversión obsesiva hacia las personas homosexuales, lesbianas y transexuales.
Como una de las formas de odio más extendidas, existen alrededor de 85 países que legislan con normas discriminatorias, al criminalizar la homosexualidad y el lesbianismo.

 

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