La locución latina “ad valorem”, usada para referirse a una carga fiscal que se cobra por una mercancía en función de su valor, se escribe con minúscula, en cursiva y sin guion, indica Fundéu Guzmán Ariza.

En las noticias sobre una posible reforma fiscal en la República Dominicana no es raro leer esta expresión escrita de forma inadecuada en frases como “Que cualquier nuevo gravamen recaiga sobre el Ad-Valorem resulta sensato en tanto gravaría más las bebidas […] y las extranjeras que consumen los ricos”, “El documento indica que más del 75 % de los países con impuestos selectivos a las bebidas no alcohólicas con azúcar añadida han optado por impuestos específicos que tienden a ser preferibles a los impuestos ad-valorem” o “… el Selectivo Ad Valorem aumentó de 7.5 % a 10 %”.

De acuerdo con la “Ortografía de la lengua española”, los extranjerismos y latinismos crudos o no adaptados deben escribirse en los textos en español con algún tipo de resalte que indique su carácter foráneo, ‘preferentemente en letra cursiva, o bien entre comillas’.

Según la grafía asentada, la locución ad valorem —que, dicho generalmente de imponer una carga fiscal o de otro tipo sobre una mercancía, significa ‘según el valor de dicha mercancía’— no debe escribirse con guion intermedio ni con iniciales mayúsculas, pues se debe respetar la escritura original y, además, es una expresión común y no un nombre propio.

En vista de lo anterior, en los ejemplos citados habría sido más adecuado escribir: “Que cualquier nuevo gravamen recaiga sobre el ad valorem resulta sensato en tanto gravaría más las bebidas […] y las extranjeras que consumen los ricos”, “El documento indica que más del 75 % de los países con impuestos selectivos a las bebidas no alcohólicas con azúcar añadida han optado por impuestos específicos que tienden a ser preferibles a los impuestos ad valorem” y “… el selectivo ad valorem aumentó de 7.5 % a 10 %”.

Fundéu Guzmán Ariza (www.fundeu.do) es una iniciativa de la Fundación Guzmán Ariza Pro Academia Dominicana de la Lengua, institución sin fines de lucro entre cuyos objetivos se encuentra impulsar el buen uso del español en los medios de comunicación de la República Dominicana. Cuenta con la asesoría de la Academia Dominicana de la Lengua, el Instituto Guzmán Ariza de Lexicografía y la FundéuRAE, así como con el patrocinio económico del bufete Guzmán Ariza.