Washington (ANÁLISIS/EFE/Miriam Burgués).- Luis Almagro se convirtió en mayo en el secretario general de la OEA con el apoyo casi unánime de todos los países del continente, pero su luna de miel en el organismo parece haber terminado con las críticas de Venezuela y el malestar de la República Dominicana por unos comentarios suyos.
Almagro recibió el lunes en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington al opositor y excandidato presidencial venezolano Henrique Capriles, quien pidió al organismo que envíe observadores a las elecciones legislativas de diciembre en su país para garantizar la "transparencia".
Un día antes de esa reunión, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, dijo que era "importante aclarar" si Almagro "va a impulsar la democracia, el respeto a los pueblos y a condenar las conspiraciones o va a seguir el mismo jueguito (…), la misma línea intervencionista de la derecha y de (el chileno José Miguel) Insulza", su antecesor al frente de la OEA.
"Aquí no se puede estar bien con dios y con aquello. O se está con los pueblos o se está con el imperio. Así de sencillo. Díganselo a Almagro de parte mía", pidió Maduro a los funcionarios presentes durante un acto televisado.
El tono crítico se recrudeció este martes con unas declaraciones del vicepresidente de Desarrollo del Socialismo Territorial y ministro de Comunas venezolano, el chavista Elías Jaua, quien acusó a Almagro de ser un "antivenezolano" y un "traidor".
En una rueda de prensa, el excanciller explicó que en 2012, cuando Paraguay fue suspendido del Mercosur y con ello se eliminó "la única traba" para el ingreso de Venezuela al bloque, Almagro intentó impedir esa entrada del país al organismo.
Además, de acuerdo con Jaua, el excanciller uruguayo fue postulado para ocupar la Secretaría General de la OEA por EE.UU., que pensó que Venezuela rechazaría su candidatura y con eso se lograría la división entre los miembros de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur).
Al término de la sesión del Consejo Permanente de la OEA celebrada hoy en Washington, Almagro evitó hablar con los periodistas y no ha respondido todavía a las acusaciones de Jaua.
No obstante, durante la sesión la representante alterna de Venezuela, Carmen Velásquez, recordó que Hugo Chávez hubiera cumplido este martes 61 años y Almagro aprovechó la ocasión para elogiar al fallecido presidente, en un aparente intento de enviar una rama de olivo al Gobierno de Maduro y suavizar la tensión.
Almagro proclamó su "admiración" por la "personalidad extraordinaria" de Chávez, de quien alabó su "espíritu constructivo" y el haber sido "una persona siempre de paz y diálogo".
Anteriores a las venezolanas fueron las críticas dominicanas hacia el secretario general de la OEA, suscitadas por unas declaraciones suyas sobre la crisis migratoria entre los dos países de la isla caribeña La Española, República Dominicana y Haití.
En una entrevista con CNN en Español, Almagro señaló en referencia a La Española: "Es una isla. Generalmente cuando es una isla no hay dos países, hay un solo país aunque sea una isla grande como Australia. Esta es una isla pequeña con dos países, con realidades sociales muy diferentes, con realidades económicas muy diferentes, con realidades políticas muy diferentes".
Esos comentarios suscitaron una polémica en República Dominicana y diversos sectores de la sociedad manifestaron su falta de confianza en la imparcialidad de Almagro, quien asegura que fue malinterpretado y que nunca quiso insinuar la posibilidad de una unificación de la República Dominicana y Haití.
Hoy Almagro tampoco entró en esa polémica y se limitó a presentar, sin ofrecer valoraciones, el informe elaborado por la misión de la OEA que visitó la República Dominicana y Haití este mes para analizar la crisis migratoria.
Ese informe recomienda que la OEA "facilite" el diálogo entre los dos países y que se organice un encuentro bilateral, sin fijar plazos.
Además, reconoce la existencia de desplazados que "sobreviven en condiciones precarias" a causa de la crisis migratoria, aunque no da cifras, y alerta también de que hay personas "en riesgo de no contar con ninguna nacionalidad reconocida".
Almagro, de 51 años, fue elegido secretario general en marzo en una votación que arrojó 33 votos a favor y una abstención.
La elección se efectuó en una Asamblea extraordinaria de la OEA que contó con la asistencia de representantes de los 34 Estados miembros de la organización, a la que pertenecen todos los países de América menos Cuba. EFE