SANTO DOMINGO.- República Dominicana.- Con consignas “Residencia permanente” y “Sin cañeras no hay azúcar”, decenas de mujeres cañeras reclamaron este lunes que se le reconozcan sus derechos adquiridos por vivir en territorio dominicano por más de 30 años.

Apostadas en las afueras de la Dirección General de Migración, frente a la estatua de Juan Pablo Duarte, las mujeres de nacionalidad haitiana que emigraron a territorio dominicano junto a sus esposos en los años 70, piden Máximo William Muñoz Delgado, director de ese organismo, otorgarle residencia permanente, ya que entienden están privadas de libertad.

“Tenemos más de 50 años trabajando en la caña, nuestros hijos y nietos nacieron aquí, muchos de ellos han querido estudiar y no han podido porque no tenemos documentos para declararlos”, declaró Ramonita Charles, quien en compañía de su madre de 80 años, califica su situación como una injusticia de las autoridades.

Asimismo, la señora Nesia Gabriel asegura que llegó al país en los años 80, actualmente tiene cinco hijos, tres de ellos mayores de edad, y ninguno ha sido declarado.

Gabriel dice que vive en la miseria en el batey Mata San Juan, porque no puede trabajar, ni asistir a un servicio médico, y muchos menos estar en las calles, porque donde que quiera que se dirige le piden documentos.

En República Dominicana actualmente viven cerca de 23,000 mujeres en unos 411 bateyes con el mismo estatus migratorio.

Las mujeres cañeras emplazaron director de migración y aseguran no desistirán de su demanda hasta que se cumpla el acuerdos de contratación de jornaleros entre Haití y República Dominicana existente desde el 1966.