Buenos Aires, Argentina (EFE).- El ministro de Justicia de Argentina, Germán Garavano, remarcó que es necesario que la expresidenta y actual senadora Cristina Fernández (2007-2015) explique ante la Justicia las causas por corrupción que la afectan, pero no se mostró a favor de sea llevada a prisión preventiva antes de ser juzgada.

En declaraciones a Efe en Buenos Aires, el también titular de Derechos Humanos del Gobierno de Mauricio Macri quiso transmitir una "posición muy prudente" y argumentó que la prisión preventiva -que se reserva para casos en que hay riesgo de fuga o entorpecimiento de la investigación- debe ser un "remedio de excepción".

"Entiendo a la gente que se siente estafada, robada y que pueda reclamar. Pero desde la institucionalidad nuestro deber es plantear que lo importante no es la detención sino el juicio oral, y saber si una persona es culpable o inocente. Después se podrá decidir la detención", aseveró Garavano.

Procesada en cinco causas, la mayoría por presunta corrupción relacionada con la gestión de la obra pública, Fernández fue recientemente implicada en otra investigación por el presunto cobro de millonarios sobornos de parte de empresarios durante los Ejecutivos kirchneristas.

Al tener fueros como legisladora, la viuda del también expresidente Néstor Kirchner (2003-2007) no puede ser detenida -ni preventivamente ni tras una condena- salvo que la Cámara Alta autorice el arresto a la Justicia, aunque sí puede ser sometida a juicio una vez pasada la etapa de instrucción.

"El desafío de todos los jueces que tienen estas investigaciones es que los casos lleguen a juicio oral y ahí se puedan debatir todas estas cosas. Eso es lo que da más garantías a todos", incidió Garavano.

En su opinión, "sería importante" que la expresidenta -que cuando ha sido citada por el juez como imputada siempre ha presentado un escrito y no ha declarado- pueda explicar los cargos de los que se le acusa o establecer responsabilidad sobre sus colaboradores si es que ella no sabía lo que ocurría.

"Creo que sus propios seguidores merecen esa explicación de qué fue lo que pasó", sentenció el ministro, para recordar que gran parte de los altos funcionarios del kirchnerismo están detenidos.

Desde que dejó la Presidencia -a finales de 2015- y empezaron a surgir sus problemas judiciales, Fernández ha achacado su situación a una supuesta persecución política y judicial impulsada por Macri, quien según ella busca tapar en la opinión pública los problemas económicos del país, marcados por la abrupta devaluación del peso.

"Ojalá fuera tan fácil y se pudiera tapar. La tormenta económica es fuerte, la sentimos todos los argentinos. No hay forma de que una cosa tape lo otro y son dos canales totalmente independientes", afirma el ministro.

En este sentido, además de negar que exista tal persecución y recalcar que la justicia ahora puede avanzar de verdad con causas delicadas porque es independiente, descartó que esto tenga que ver con la situación económica, sino con la "lógica" de la prueba, que es "muy abultada y fuerte" y la demanda popular de que se haga justicia.

"Los hechos de corrupción fueron tan groseros y visibles que la propia Justicia, aunque quisiera abordarlo de otra manera se le hace muy difícil. Algunos de estos actores de la justicia de algún modo se hicieron los distraídos cuando Cristina Kirchner era presidenta. Tienen muy poco margen para seguir haciéndose los distraídos", agregó. EFE