Santo Domingo, República Dominicana (EFE).- La discusión esta semana en la Cámara de Diputados dominicana de una resolución que exige cumplir una ley que dispone el estudio de la Biblia en las aulas preuniversitarias, ha puesto el tema religioso en el centro de atención de un país de tradición cristiana, pero con libertad de cultos.
La ley en cuestión fue aprobada por el Congreso Nacional (bicameral) en 2000, y establece leer en las escuelas y colegios un texto bíblico todos los días, además del estudio de la biblia por lo menos una vez a la semana, bajo los programas y métodos propuestos por la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) y la Confederación Dominicana de la Unidad Evangélica (Codue).
El conocimiento de la resolución por parte de los diputados causó debates entre quienes favorecen su aprobación y los que la rechazan, grupo en el que figura Faride Raful, del Partido Revolucionario Moderno (PRM, principal opositor), quien calificó la ley de inconstitucional.
Su posición fue secundada por varios de sus homólogos, pero cuestionada por otros tantos, como Besaida González, del minoritario Partido Quisqueyano Demócrata Cristiano (PQDC) y autora de la resolución, quien aseguró que la ley lo que manda es a instruir, no a obligar el estudio de la biblia en las escuelas.
Este viernes, Raful, quien en su intervención en el hemiciclo se definió como católica, colgó un vídeo en su cuenta de Twitter en el que desmiente que haya expresado su oposición a la "prohibición de la biblia", esto como reacción a las críticas de sectores religiosos, que, incluso, advirtieron de que no volverán a votarle.
"República Dominicana es un estado democrático, social y de derecho, es un estado laico donde se establece la libertad de cultos", dijo a Efe la feminista Sergia Galván, al considerar que esa ley debería suprimirse porque, a su juicio, atenta contra la propia democracia que prevalece en el país.
La Constitución dominicana garantiza la libertad de cultos, pero religiosos de distintas confesiones han recordado, a propósito de este debate, que el escudo nacional tiene en su centro una biblia abierta y que las palabras fundadoras de la República son "Dios, patria y libertad".
Además, en el caso particular de los católicos, estos traen a colación la plena vigencia del Concordato firmado por el exdictador dominicano Rafael Trujillo y el Vaticano en 1954 en el que, entre otros puntos, se define a República Dominicana como una nación "católica, apostólica y romana".
Al debate también se unió en redes sociales el cantautor venezolano Ricardo Montaner, quien escribió: "Se llama biblia y se consigue gratis… prueba y verás el viaje maravilloso que vas a emprender".
El influyente pastor evangélico dominicano Ezequiel Molina dijo en su cuenta de Twitter que pareciera que hay "cierto temor en algunos sectores, de que la biblia sea leída en las escuelas", y opinó que esos mismos sectores también son opuestos a que la "verdadera" historia patria sea "bien enseñada" en las aulas.
"Esa ley de enseñanza de la biblia rompe con la obligatoria neutralidad del Estado en materia religiosa (…) es obvio que esa ley es un despropósito contrario a varios artículos de la Constitución", afirma a Efe el experto constitucionalidad Nassef Perdomo.
Este abogado reitera que la Carta Magna local establece la libertad de cultos y el derecho a la igualdad, lo que manda al Estado a adoptar una posición de neutralidad frente a la religión.
"Sería un atentado a esa libertad de cultos que el propio Estado pretenda asumir en su autoridad y se dedique a financiar la formación religiosa de los ciudadanos, pues el Episcopado y el Codue tienen la potestad, de acuerdo a esa ley, de decidir quiénes impartirían la materia de la biblia, instructores pagados por el Estado", sostuvo Perdomo.
Aunque la presidencia de la Cámara de Diputados devolvió a su comisión de educación el proyecto de resolución, todo apunta a que el debate continuará presente en los próximos días, pues la postura a favor y en contra de su aprobación está polarizada en ese hemiciclo.EFE