Buenos Aires, 24 ene (EFE).- Los avances en la investigación sobre la muerte del fiscal Alberto Nisman confirman que la pistola que acabó con su vida fue disparada apoyada en la sien y a una distancia no mayor a un centímetro, y sin participación de terceros, mientras crece el escándalo político en Argentina.
"El arma fue apoyada sobre la sien. No hay distancia. La autopsia es la única medida de prueba", aseguró la fiscal encargada de la causa sobre la muerte de Alberto Nisman, Viviana Fein.
"El arma se disparó a una distancia no mayor a 1 centímetro", recalcó y detalló que la bala "atravesó la masa encefálica sin orificio de salida y causó la muerte instantánea según la necropsia", en declaraciones a un canal de televisión local.
La fiscal recordó que, del expediente previo a la autopsia, "no se infiere la participación de terceras personas por dos causas, en primer lugar por el espasmo cadavérico que presentaba la mano, y por el otro, falta de lesiones traumáticas en el cuerpo de Nisman".
Estas revelaciones abonarían la hipótesis inicial del suicidio, inducido o no, aunque la investigación no descarta ninguna posibilidad y avanza, lentamente, analizando las manchas de sangre halladas en el espejo del baño donde se encontró muerto al fiscal.
La atención sigue puesta en Diego Lagomarsino, el colaborador de Nisman que le entregó el arma y supuestamente la última persona que le vio con vida, que permanece bajo custodia y tiene prohibida la salida del país.
Además, se analizan las cámaras de seguridad del exclusivo edificio donde vivía Nisman y las llamadas realizadas y recibidas por el fiscal en los días previos a su muerte.
Ante las incertidumbres de la investigación, la exmujer de Nisman, la jueza Sandra Arroyo Salgado, una reconocida profesional en el ámbito judicial, pidió ser parte querellante en representación de sus dos hijas, menores de edad, así como la Asociación de Fiscales argentinos.
Mientras, el periodista Damián Pachter, quien reveló en Twitter la muerte de Nisman horas antes de la confirmación oficial, abandonó el país por temor a su seguridad tras ser amenazado.
"Me voy porque mi vida corre peligro", denunció el periodista al portal Infobae minutos antes de abandonar el país.
"No creo que se resuelva la muerte de Nisman. El poder se cubre a sí mismo", concluyó.
Alberto Nisman fue hallado muerto el domingo en el baño de su vivienda, apenas unas horas antes de acudir al Congreso para detallar la denuncia presentada contra la presidenta Cristina Fernández, el canciller Héctor Timerman y varios dirigentes oficialistas, por presunto encubrimiento a los supuestos responsables iraníes del atentado contra la mutual judía AMIA.
El Gobierno, que rechaza la denuncia de Nisman, ha cerrado filas con la presidenta, que agregó aún más confusión al caso esta semana al afirmar en una red social que la muerte de Nisman se enmarca en una conspiración contra su Gobierno.
Una declaración que sacudió al país y alimentó la tormenta política en un año electoral.
La diputada opositora y presidenta de la Comisión de Legislación Penal del Parlamento, Patricia Bulrich, citó a comparecer ante el Congreso al secretario de Seguridad, Sergio Berni, para que explique su actuación en la escena donde fue hallado muerto Nisman, tras las críticas recibidas por haber accedido a la vivienda del fiscal antes que los peritos judiciales.
Por su parte, el líder del Frente Renovador y precandidato presidencial, Sergio Massa, anunció que su partido estudia sumarse como querellante en la causa por la muerte del fiscal y que están analizando las escuchas telefónicas presentadas por Nisman para avalar su denuncia contra el Gobierno.
La causa Nisman corre paralela a la denuncia que presentó el fiscal contra la presidenta por presunto encubrimiento terrorista y que, como confirmaron hoy fuentes judiciales, no será tramitada hasta febrero.
El fiscal de la causa AMIA basó su denuncia en documentos y grabaciones telefónicas que han empezado a difundirse y en las que se escucha al dirigente piquetero y militante kirchnerista Luis D’Elía, señalado por Nisman como interlocutor del Gobierno, en contacto con el referente comunitario iraní Jorge "Yussuf" Khalil.
Pese a que el contenido de las grabaciones hasta ahora no resulta concluyente para probar los cargos de encubrimiento, Massa considera que puede haber delitos de "tráfico de influencias y negociaciones incompatibles con los roles". EFE