SANTO DOMINGO, República Dominicana-. Grupos de ciudadanos y miembros de organizaciones políticas exigen la renuncia inmediata del Procurador General de la República, Jean Alain Rodríguez, por considerarlo un “guardia del régimen de impunidad” del sistema político dominicano.
En un comunicado enviado este martes, miembros de diferentes grupos políticos y sociales aseguran que el actual Procurador no tiene la capacidad ni la valentía para asumir su puesto como corresponde, y que desde su posición solo busca diluir en el tiempo cualquier posibilidad de justicia contra políticos y empresarios involucrados en estructuras mafiosas, como el caso Odebrecht.
“Jean Alain Rodríguez… se ha convertido en la punta de lanza de una estrategia política que pretende repetir la historia de benevolencia y encubrimiento con los casos de mayor daño al Estado y a la nación dominicana”, dice el comunicado.
En el comunicado aparecen como firmantes Mario Bergés, Jaime de la Rosa, Martha Rivera, Giovanni D’Alessandro, Frank Abate, Vielka Arias, Nelson de los Santos Ferrand, Carlos De Peña, Deivis Ventura, Bartolomé Pujals, Jorge Bolívar Peña, Maité Duquela, Yamil Arbaje, Isabela Pichardo, Eduardo Sánchez, Tomiko Castro y Héctor Turbi.
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A continuación el texto íntegro:
El acuerdo de Odebrecht: un monumento a la impunidad
- Si la República Dominicana fuera un país de avanzada institucionalidad democrática y el señor Jean Alain Rodríguez tuviera un mínimo sentido del honor y el deber, renunciara inmediatamente a sus funciones como Procurador General de la República, antes de informar al país del supuesto acuerdo alcanzado con Odebrecht para reparar los graves daños causados al patrimonio público por esta empresa en sus operaciones fraudulentas en el país.
- El Señor Rodríguez ha demostrado ser un guardia eficaz del régimen de impunidad que sustenta nuestro sistema político, ha vaciado su función pública de responsabilidad y rigor y ha demostrado que fue a ocupar la posición de Procurador bajo el compromiso de diluir en el tiempo cualquier posibilidad de justicia contra los políticos y empresarios involucrados en la estructura mafiosa que Odebrecht ejecutó en nuestro país, muy similar a lo realizado en otros países de la región.
- Jean Alain Rodríguez, a quien no se lo conocía trayectoria jurídica en materia penal y delictiva, se ha convertido en la punta de lanza de una estrategia política que pretende repetir la historia de benevolencia y encubrimiento con los casos de mayor daño al Estado y a la nación dominicana. Actuando de manera muy especial para proteger el latrocinio cometido con las centrales eléctricas de Punta Catalina, ante lo que parece ser uno de los proyectos más corruptos de nuestra historia republicana.
- Estamos asistiendo una vez más, a un nuevo espectáculo de delincuencia política, útil para sostener el orden jurídico, político y económico que reproduce el régimen de impunidad disfrazado de democracia instalado a partir de 1966 y profundizado y expandido desde 1996 con sofisticadas y diversificadas artes del robo a lo público.
- Al presentar en una rueda de prensa los lineamientos aparentes del supuesto acuerdo, formalmente invisible, el procurador Rodríguez se constituye en un contra-estímulo y en un obstáculo para impartir justicia, reflejando cómo el gobierno del PLD es capaz de corromper la precaria institucionalidad que nos rige para preservar la impunidad como característica fundamental de nuestro sistema político.
- Desde la perspectiva jurídica viola flagrantemente el ordenamiento normativo al permitir un acuerdo sobre delitos que por ser de acción pública no están sujetos a la aplicación de mecanismos de resolución alternativa de conflictos, pretendiendo dejar en libertad a los funcionarios de la empresa Odebrecht y las demás empresas implicadas en la corrupción de funcionarios públicos. Algo doblemente ofensivo, mostrando por una parte un régimen de privilegio para unos pocos que roban mucho y un severo castigo a aquellos que roban por hambre.
- En lo político este acuerdo refuerza el sistema que permite que la democracia en la República Dominicana siga postrada frente al futuro, atada de manos, amordazada y reducida al absurdo por una clase política que nos ha conducido hacia el despropósito, a la sinrazón. Consolidando una relación funcional entre la clase política y la corrupción y la impunidad y a su vez reafirma un rol en donde los representantes utilizan las instituciones al servicio de sus bolsillos y no como un instrumento para mejorar la vida de la gente.
- En lo ético contribuye a la expansión de una cultura en donde el robo y la deshonestidad son asumidos por el común de la gente como elementos válidos para regir sus proyectos de vida ante una sociedad en donde las instituciones no dan respuesta a sus demandas y anhelos.
- El comportamiento del poder político actual constituye la más clara evidencia de que estamos frente a una farsa: Una estrategia política para proteger a los implicados sospechosos de recibir los sobornos, y que el objetivo concreto no es sólo que los que roban de las arcas queden libres, sino que también se pretende preservar la corrupción y la impunidad como características fundamentales del sistema político.
- Toda esta delincuencia política estanca el desarrollo democrático, económico y social de nuestro país. El descaro con el que nuestras autoridades actuales roban, ha alcanzado nuevas dimensiones. Dimensiones, donde el ejercicio del poder se compadece más con lo que tradicionalmente se espera del crimen organizado. Dimensiones, que reclaman como nunca antes una respuesta contundente por parte del pueblo: Robarle al Estado se castiga con cárcel. Esconder o tapar al que roba al Estado, también.
- Está planteada la lucha. Sólo en el marco de movilización ciudadana será posible que las instituciones se pongan al servicio de la gente.
- ¡PROCURADOR RENUNCIE YA! Váyase del puesto para el que no ha tenido ni la capacidad ni la valentía de asumir como corresponde.
Mario Bergés, Jaime de la Rosa, Martha Rivera, Giovanni D’Alessandro, Frank Abate, Vielka Arias, Nelson de los Santos Ferrand, Carlos De Peña, Deivis Ventura, Bartolomé Pujals, Jorge Bolívar Peña, Maité Duquela, Yamil Arbaje, Isabela Pichardo, Eduardo Sánchez, Tomiko Castro, Héctor Turbi.
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