El presidente Luis Abinader habla a la nación este miércoles para abordar de manera especial su posición sobre la reforma fiscal.
Hace un año, en octubre de 2020, Abinader mandó a que la reforma fiscal se trabajara en un plazo de seis meses a lo interno del Consejo Económico y Social (CES). Este plazo no se cumplió y no porque el CES no quisiera, sino porque el primer paso para debatir una reforma era que el mismo Gobierno presentara su proyecto, cosa que se espera ocurra, una vez el presidente ofrezca sus opiniones esta noche y aclare el panorama.
Filtración de documento no oficial sobre la reforma fiscal
A principios del mes de octubre circuló un documento que pintaba ser la propuesta del Gobierno, un tema en discusión desde el 2012, cuando se comenzó a hablar de la Ley de Estrategia Nacional de Desarrollo 2030. Luego, la presidencia lo desmintió.
Los principales cambios contemplados en ese documento no oficial ni definitivo se harían en los gravámenes Impuesto Sobre la Renta para personas físicas y jurídicas, ampliación de la base del ITBIs, aumento del impuesto a la propiedad privada por un cambio de base, más impuesto al patrimonio de la clase media y alta, impuestos a las bebidas alcohólicas y azucaradas, impuesto a la atención médica privada para toda la población, así como un incremento de un 500% al impuesto a la emisión de cheques y pagos por transferencias electrónicas.
En palabras llanas, contemplaba incrementos en los impuestos en bebidas alcohólicas, aumento al marbete y otros bienes y servicios que podrían ser gravados como la salud privada, eventos culturales, carnes, pescados, cereales, salami entre otros.
La polémica propuesta de los senadores
El martes una mayoría de senadores presentó un proyecto de ley que en ocho artículos dispone poner fin a cualquier exención fiscal tributaria, para evitar una reforma fiscal.
En el documento, 29 de 32 senadores propuso reducir el gasto de los poderes del Estado "a su mínima expresión" y anular las exenciones.
El polémico proyecto de ley fue anunciado ayer por los senadores, en pleno debate por la reforma fiscal que impulsa el presidente Luis Abinader y en medio de la controversia abierta por los beneficios de los que gozan los legisladores, entre ellos las exoneraciones en las importaciones de vehículos y el fondo de asistencia social del Senado, conocido popularmente como el "barrilito".
El texto aprobado por el Senado en primera lectura prevé la eliminación de todas las exenciones fiscales en vigor en el país, incluidas las que se aplican para fomentar la inversión extranjera en sectores claves de la economía como son turismo, zonas francas, compañías eléctricas o minería.