Buenos Aires, 18 mar (EFE).- Una misteriosa cuenta bancaria y las diferencias entre la querella, que denuncia asesinato, y la Fiscalía, que no descarta el suicidio, dominan el caso por la muerte del fiscal Alberto Nisman, ocurrida hace dos meses, cuatro días después de denunciar a la presidenta argentina por encubrir a terroristas.
La defensa de Diego Lagomarsino, informático y el único imputado hasta ahora en la causa por entregarle el arma que acabó con la vida del fiscal, presentó hoy un escrito donde brinda detalles sobre la cuenta bancaria que compartía con Nisman, la madre y la hermana del fiscal en Estados Unidos.
Las dos mujeres debían declarar hoy pero finalmente se excusaron por problemas de salud y no se presentarán ante la fiscal Viviana Fein, a cargo de la investigación.
"Lagomarsino creía que mal utilizada la información podía perjudicar la imagen de Nisman", sostuvo el abogado del informático, Maximiliano Rusconi, quien llevó hoy el escrito a la Fiscalía de Fein.
El diario argentino Página/12 aseguró hoy que el informático cobraba 41.000 pesos (unos 4.850 dólares) mensuales, de los que depositaba 20.000 (unos 2.350 dólares) en la cuenta bancaria.
Tras la difusión de esa información, el jefe de Gabinete argentino, Aníbal Fernández, aseguró que Nisman, que investigaba el atentado de 1994 contra la mutualista judía AMIA, actuó como "un sinvergüenza como pocas veces se han visto en este país".
"Acá Lagomarsino dice que de los 40.000 pesos que le daban, 20.000 eran depositados en la cuenta bancaria. Por lo pronto, lo que está haciendo es malversación de caudales públicos y acá también hay cohecho", sostuvo Fernández en diálogo con la prensa.
"A Nisman se le daban los fondos para esclarecer el atentado contra la AMIA. Si él la dedicaba para salir con minas (mujeres) y pagar 'ñoquis' (empleados públicos que no trabajan), entonces se mofó durante todo este tiempo de 85 víctimas y más de 300 heridos", añadió.
La descalificación de Fernández fue repudiada hoy por el filósofo argentino Santiago Kovadloff, quien convocó a un acto en memoria del fallecido fiscal realizado en la mañana de este miércoles frente al Palacio de Justicia en la capital argentina.
"Atacó a un muerto. Cuando uno ataca a un muerto y lo descalifica de la forma que él lo hizo, es porque ese muerto está vivo. Si está vivo es porque significa mucho. Porque significa mucho, hay que descalificarlo", sostuvo Kovadloff.
El acto fue realizado dos meses después de la muerte de Nisman, quien fue encontrado en el piso del baño de su departamento el pasado 18 de enero, con un tiro en la cabeza.
La muerte del fiscal ocurrió apenas cuatro días después de denunciar a la presidenta argentina, Cristina Fernández, de orquestar un plan para exculpar a los presuntos autores iraníes del ataque contra la AMIA.
La denuncia fue desestimada por un juez de primera instancia y actualmente espera la decisión de la Cámara Federal de aceptar el pedido de apelación para que no se cierre la investigación.
El tribunal de alzada ha citado para este jueves a las partes involucradas para que expongan sus argumentos.
Tras dos meses de pesquisas, la investigación oficial por el fallecimiento de Nisman todavía no arrojó pruebas concluyentes sobre las causas de la muerte y se intensifican las diferencias entre la Fiscalía y el informe de los peritos contratados por la querella.
La fiscal Fein no se ha decantado por las hipótesis de suicidio u homicidio, mientras la querella constituida por la familia y encabezada por su exmujer, la juez Sandra Arroyo Salgado, sostiene que "a Nisman lo mataron".
Un nuevo perito llegado de la sureña provincia de Neuquén buscará esclarecer puntos claves de esas diferencias: en qué posición se encontraba el cuerpo de Nisman al recibir el disparo y la posibilidad de que en la escena se encontrara otra persona.
En los últimos días, se difundieron fotografías que muestran al fallecido fiscal con mujeres en playas y en discotecas.
Por la filtración de esas imágenes, la jueza a cargo de la causa, Fabiana Palmaghini, denunció a la Policía Federal ya que las fotos, consideradas "elementos de prueba" en la investigación, provenían del celular de Nisman. EFE