SAN FRANCISCO DE MACORÍS, República Dominicana.- El Consejo Regional de Desarrollo (CRD), clamó a los padres dominicanos, cuestionarse para lograr un mejor rol social, a fin de desbloquear las barreras que obstruyen a la sociedad y al Estado dominicano, contrarrestar la crisis de valores y los alarmantes niveles de delincuencia que corroen las familias y demás instituciones  del país.

La entidad quien tiene entre sus ejecutivos a Ysócrates Andrés Peña Reyes, Rafael Acevedo Pérez, Jaime Antonio Marizàn y monseñor Jesús María de Jesús Moya, indicó que la tarea propuesta, llama a éstos conducirse por un sendero que conlleve un rompimiento con la indiferencia y la inercia, para establecer conductas colectivas al servicio de la solidez moral  y el desarrollo institucional.

Resaltó que en base a dichas directrices, se impone a los padres dominicanos involucrarse en una labor de saneamiento moral, no sólo para proteger a sus hijos de los daños causados por las enfermedades sociales, sino también, para lograr en ellos fortaleza mental, destinada a la construcción de ambientes que sean garantes de la sustentación de un mejor porvenir a las presentes y futuras generaciones.

Sostuvo que se hace necesario el referido accionar, por ser engendrador en los padres de una mejor forma de pensar y actuar, para junto a  su autoridad y experiencia, orientar y conducir a sus hijos hacia la práctica de la honestidad, la responsabilidad y al cumplimiento del deber, para así aunar voluntades y conductas que armonicen con los derechos y obligaciones de cada ciudadano.

Estimó que corresponde entender que las metas sociales de quienes son guías en los núcleos familiares, hoy en día, deben sobrepasar el objetivo de "alimentar, cuidar y dar una profesión a los hijos, al tener entre sus principales exigencias, la formación de éstos para que desarrollen sus vidas sin corromperse, con el propósito innegociable, que sean mujeres y hombres de bien, dignos ejemplos de civismo y dignidad".

El CRD  finalmente resalta,  que asumir los lineamientos planteados, debe constituir la palanca principal para impulsar los cambios que en todos los órdenes amerita nuestra nación, con el propósito de establecer las reglas en las que deben descansar la  implementación de las transformaciones urgidas por sus estamentos sociales y políticos, destinadas a vencer sus debilidades y  fragilidades.