SANTO DOMINGO, República Dominicana-. El director ejecutivo del Consejo Nacional para el VIH y el Sida (CONAVIHSIDA), Víctor Terrero, informó que el 22.4 % de las mujeres dominicanas que viven con VIH han sido víctima de violencia sexual.

El funcionario advirtió que la violencia basada en género facilita la transmisión del VIH y dificulta las políticas para enfrentar la epidemia.

“Estas mujeres, víctimas de violencia, tienen 2.6 veces más probabilidades de adquirir el VIH que las que no están en esa situación”, precisó.

Terrero intervino en el Foro Nacional de consulta a actores claves de la Respuesta Nacional al VIH realizado por el Instituto Dominicano y Cirugía de Piel “Dr. Huberto Bogaert” (IDCP) y el Centro de Promoción y Solidaridad Humana (CEPROSH), con el apoyo de ONUSIDA y el CONAVIHSIDA.

Aseguró que la violencia afecta en mayor medida a las mujeres sin escolaridad, con un 30.8 %.

“La  violencia basada en género –observó- forma parte importante de los factores asociados al VIH y el Sida, fenómeno que, según la Encuesta Demográfica y de Salud (ENDESA 2013), afecta en sus diversas manifestaciones al 34.6 % de las mujeres”,

Víctor Terrero reveló además que la violencia afecta de manera significativa a aquellas poblaciones catalogadas como clave en la respuesta nacional al VIH y el Sida.

“Alrededor del 10 % de los  hombres que tienen sexo con hombres y las personas transexuales, que muestran prevalencias del VIH superiores al 5 % refieren que fueron obligados a tener relaciones sexuales, como se concluye en la Segunda Encuesta de Vigilancia de Comportamiento con Vinculación Serológica”, indicó.

Dijo que entre el 10 y el 18 % de las trabajadoras sexuales han revelado que las han obligado a tener relaciones sexuales, mientras entre el 10 y el 24.4 % de éstas ha informado haber recibido algún tipo de abuso o maltrato.

“Estamos  hablando  de  personas que  no están ejerciendo su derecho a la salud,  lo que representa un obstáculo al acceso de las mismas a la prevención, al diagnóstico oportuno del VIH y a la atención clínica, en caso de un diagnóstico positivo”, consideró.

Planteó que es urgente fortalecer el componente de derechos humanos en la respuesta nacional a la epidemia, como está previsto en el Plan Estratégico Nacional 2015-2018.

“El PEN 2015-2018 –añadió- se implementa bajo la visión de lograr una  respuesta nacional que asegure el acceso universal a servicios de educación, prevención y atención, para el control de las ITS/VIH y Sida de alta calidad y calidez, eliminando el estigma y la discriminación, amparado en el respecto de los derechos humanos y la igualdad de género”.

Por su extensión, magnitud y consecuencias, ONUSIDA ha calificado la violencia de género como un problema prioritario de salud pública.

“La  Violencia Basada en Género es una expresión de las desigualdades e inequidades de género, especialmente la ejercida en contra de las mujeres, adolescentes, niñas y personas con diversas orientaciones sexuales e identidades de género e  incide de manera directa e indirecta en el incremento del riesgo y la vulnerabilidad frente al VIH”, expresó Bethania Betances, director de país de ONUSIDA.

Consideró que la violencia impide a las personas acceder a los servicios de prevención, tratamiento, atención y apoyo.