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Los autores Madeline Conway y Daniel Lippman abordaron en Político otros aspectos que emanan del acalorado debate entre el legislador de 76 años John Lewis y el presidente electo Donal Trump el pasado sábado.
El representante Lewis también había declarado contra de la elección de Trump del fiscal general, el senador Jeff Sessions (R-Ala.), quien ha enfrentado viejas acusaciones de racismo que él niega.
Los ataques y respuestas entre Trump y Lewis constituyen el signo más reciente de agitación partidista desde la victoria de Trump. Algunas de las críticas más acaloradas al presidente electo provienen de legisladores afroamericanos.
Lewis se unió a un creciente grupo de demócratas de la Cámara de Representantes que han declarado que se saltarán la inauguración en lugar de estar sentados mientras el presidente Barack Obama transfiere el poder a Trump. Dieciocho legisladores hasta ahora han dicho que no asistirán.
“Estoy con @repjohnlewis y no voy a asistir a la inauguración”, dijo el representante Mark Takano (D-Calif.) el sábado por la mañana. El hashtag #StandWithJohnLewis surgió en otro lugar en Twitter.
La oficina de Lewis no respondió inmediatamente a una solicitud de comentario, ni tampoco el equipo de transición de Trump.
Pero una fuente involucrada en la transición dijo que “nadie cercano a Trump sugeriría que sea una buena idea atacar a John Lewis en Twitter".
Trump se siente particularmente agraviado por cualquier comentario que cuestione la legitimidad de su elección, dijo la fuente, quien añadió que con frecuencia no se ve una estrategia mayor en marcha. Él “no va a cambiar, y cuando lo ataquen, va a devolver el golpe, lo que piense cualquiera”.
El ataque de Trump sigue la fórmula de su respuesta anterior a los desaires en la campaña electoral, incluyendo cuestionar el récord de guerra del senador John McCain. El presidente electo incluso atacó al Papa una vez.
Su objetivo esta vez provocó una respuesta aguda de los demócratas, así como un senador republicano.
El senador Ben Sasse (R-Neb.), un ferviente crítico de Trump durante toda la campaña, le retuiteó a Trump, y añadió: “John Lewis y su 'hablar' han cambiado el mundo". Sasse el viernes había rogado a Lewis asistir a la inauguración. "A John Lewis, uno de mis héroes: Por favor venga a la Toma de Posesión. No se trata de un hombre. Es una celebración de transferencia pacífica de poder ", escribió Sasse.
Los demócratas fueron más implacables.
El representante Hakeem Jeffries (DN.Y.), miembro del Comité Negro del Congreso, dijo que el ataque de Trump a Lewis “lo pone en un agujero muy serio”, y los miembros están tratando de decidir qué viene ahora y si tiene sentido asistir a la toma de posesión de la Presidencia.
“Se puede garantizar esto hará que la gente se organice con mayor intensidad”, dijo. “Esto hará aún más probable que miembros dejen de asistir a la ceremonia de inauguración."
Jeffries dijo esperar que los demócratas mantengan el ataque de legitimidad contra Trump y que los miembros del Caucus Negro del Congreso probablemente hablen en las próximas 24 horas. “Trump ganó esta elección debido a la ayuda de Rusia”, dijo.
Mike DuHaime, el principal estratega de Chris Christie, que está cerca de muchos en la órbita de Trump, dijo que aunque el estatus moral de Lewis no “lo hace inmune a las críticas o desacuerdos en la arena política, ha ganado una enorme deferencia y respeto. Los comentarios de Lewis cuestionando la legitimidad de la elección son erróneos, cualquier desacuerdo prolongado con él, especialmente cuando suena personal, es contraproducente en un momento en que debemos hacer todo lo posible para unirnos”.
A pesar de la reacción, Trump reiteró su posición en otro tweet la noche del sábado. “El congresista John Lewis debería enfocarse finalmente en las ciudades infestadas de delitos de Estados Unidos. ¡Yo puedo usar toda la ayuda que pueda obtener!” el escribió.
Mientras que el distrito de Lewis incluye algunos de los tramos más pobres de Atlanta y está detrás en el promedio nacional en algunos indicadores clave, no es un líder de áreas de pobreza, infestadas por el crimen que dibuja Trump y tiene una cantidad de suburbios ricos.
Lewis y el Partido Demócrata enviaron el sábado un mensaje de recaudación de fondos citando los tuits de Trump.
Douglas Brinkley, historiador presidencial de la Universidad de Rice, que se reunió recientemente con Trump, dijo que el presidente electo está entrando en la Casa Blanca con menos buena voluntad que expresidentes anteriores, según muchas encuestas.
Brinkley dijo que "las constantes luchas y controversias" es probable que reduzcan su capital político y que Trump tenía que tratar de lograr un tono más equilibrado, comentó el periodista Lippman.
“Tiene un país muy dividido y no ha estado trabajando particularmente duro para curar esa herida abierta”, dijo Brinkley.
Pero de ahí a que el ataque a Lewis dañe a Trump no está claro. Ari Fleischer, exsecretario de prensa del presidente George. W. Bush, dijo que Trump hizo muchos comentarios durante la campaña que se pensaba que eran su final.
“Los políticos aprenden a dejar de decir cosas polémica porque su umbral de dolor es bajo", dijo Fleischer. “Trump puede ser grosero, puede ser ofensivo, puede ser muy polémico, pero lo deja por el camino, y la gente lo ve no como otro político que analiza lo que dice como se supone que hacen los políticos".