Los representantes de la Parroquia Santa Bárbara de Samaná llamaron a los creyentes católicos cristianos a no votar ni por un “mal menor”, ya que desde el punto de vista ético nunca puede ser lícito proponer un mal aunque éste sea menor.

Señalaron que si lo hacen, que sea verdaderamente una excepción y por necesidad casi absoluta. “La doctrina católica es clara al respecto cuando afirma que la conciencia ordena “practicar el bien y evitar el mal” (Cat. 1706 y 1777), que no se puede “hacer el mal” si se busca la salvación (Cat. 998) y que “nunca está permitido hacer el mal para obtener un bien” (Cat.1789)”.

Destacaron en un boletín dominical de la pasada semana, que las presentes elecciones son vacías, sin contenido verdaderamente ciudadano, burlan y ridiculizan al ciudadano y a la ciudadana.

“Son unas elecciones de relajo de un derecho ciudadano, que sofocan, desasosiegan  y ‘jartan’ al ciudadano. Con políticos partidistas que del derecho ciudadano hacen una comedia trágica y luego hablan de fiesta de la democracia”, resaltaron.

Destacaron que estos comicios desintegran la ciudadanía, dividiendo familias tanto que en una de tres personas, ponen dos contra uno y uno contra dos. Así como lleva candidatos como chivos sin ley, excepto dos o tres, que temen el control ciudadano.

“Políticos sin los últimos rastros de vergüenza o de pudor: hacen el mal a lo público; compran a las y a los pobres clientes ciudadanos. Políticos que privatizan la salud de las personas como negocio”, criticaron los sacerdotes de la parroquia.

En dicha información enviada a 30 comunidades rurales, con las y los Animadores de Asamblea, aseveraron que los actuales políticos privatizan los derechos y los ciudadanos resultan un problema para ellos.

Destacaron que el mal menor convierte en cotidiana una situación de excepción, una situación de un día en la todos los días.

“Una situación de mal menor prolongado hace que el mal menor cada vez sea mal mayor. Los males dizque “menores” de nuestros días pesan y hacen demasiado daño para evitar el enfrentamiento radical según la adultez, el Evangelio y nuestra fe en ese Jesús que combatió aun la “mentira piadosa” y todo mal por “chiquito” que fuera”, indicaron.

Concluyeron así los sacerdotes que la República Dominicana está viviendo en una jungla político partidista.