SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El politólogo y abogado Belarminio Ramírez Morillo calificó como preocupante el proceso de deterioro en que se encuentran sumergidos los partidos políticos y aseguró que una crisis aguda en el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) podría desencadenar en un colapso del sistema de partidos, ya que esa organización es la columna vertebral del sistema político dominicano.
“Hasta ahora, la principal ventaja del PLD frente a las demás organizaciones partidarias, ha estado en la imagen de cohesión y relaciones armónicas entre partido y gobierno, fortaleza que por primera vez se ve amenazada desde que esa organización llegara al poder en 1996.” Reflexionó el escritor y catedrático universitario.
Dijo que la actitud desafiante al Comité Político que han asumido los legisladores que siguen a Leonel Fernández Reyna afecta considerablemente a la imagen histórica del PLD, hecho que los perredeístas han venido buscando desde hace mucho tiempo, y ahora son los propios legisladores del PLD que actuando bajo un arranque de pasión renuncian a su fortaleza para parecerse a sus adversarios.
Expresó que los legisladores leonelistas con la actitud de rebeldía en contra de la decisión del Comité Político de viabilizar la reforma constitucional para la reelección, han cambiado el clima fértil de opinión y deseo positivo de reforma a la Carta Magna para que Danilo pueda presentarse de nuevo como candidato en el 2016, por un clima árido.
El consultor político, indicó que los legisladores del PLD que le han salido al frente al máximo organismo de dirección, no han medido las consecuencias de su actitud, tanto para la organización como para el sistema político.
Adujo que utilizando como escudo la lealtad al liderazgo de Leonel Fernández, los senadores y diputados que se niegan al acatamiento de la decisión del Comité Político, están dañando a su propio líder.
Expresó que de estos legisladores haberles expresado a Fernández sus intenciones, habría sido impedido por el presidente del partido se lo impediría, “porque la armonía con que el PLD ha gobernado es uno de los principales legados que el liderazgo de Leonel Fernández les deja a la democracia dominicana”.
A su entender, si estos legisladores son realmente leales al liderazgo del exmandatario, no debieron bajo ninguna circunstancia salirle al frente al órgano máximo de dirección del partido que preside el liderazgo que ellos siguen.
Leonel o Danilo
El politólogo dijo que Fernández ejerció el liderazgo máximo del PLD y del pueblo dominicano durante casi dos décadas, y por tanto, dañar al PLD porque el posicionamiento de los liderazgos ha sido modificado y ahora el presidente Danilo Medina ha tomado la supremacía, es un ejercicio que históricamente podría terminar reduciendo al expresidente Leonel Fernández.
Planteó que según Juan Bosch ha ganado espacio en la historia por el buen ejemplo que han dado sus discípulos en el poder, eso mismo le espera a Leonel Fernández, si su organización se mantiene unida y cohesionada, siendo rectora armónica del proceso de desarrollo nacional y produciendo liderazgos comprometidos con esos buenos ejemplos.
“Detrás de todo esto lo que está no es la lealtad a Leonel, como dicen, sino más bien el miedo a perder sus espacios”, subrayó
Ramírez Morillo manifestó que las mayorías de estos legisladores fueron electos en el 2010 por la influencia directa y el peso del liderazgo del entonces presidente de la República, Leonel Fernández Reyna, quién empoderó a sus colaboradores.
Expresó que estos legisladores son columnas del liderazgo de Leonel Fernández en sus respectivas provincias y municipios, pero lo más cierto es que el presidente del partido es la sombrilla de la mayoría de ellos.
“Por tanto, lo sabio y prudente es que actúen movidos por la razón, y la lealtad a su líder implica que no deben dañar al partido que el líder preside, pero tampoco reducir a Leonel llevándolo de líder máximo del pueblo dominicano y del PLD, a líder de una facción”.
Consideró que los legisladores leonelistas han cometido un grave error, y Leonel Fernández ha incurrido en un descuido, ya que el líder debe tomar las riendas y trazar las pautas a los seguidores y aseguró que la actitud de los seguidores del expresidente activó al liderazgo opositor a que se pronunciara de inmediato en contra de la reforma constitucional.
“La oposición le teme a Danilo en la boleta en el 2016, como le teme el diablo a la cruz. Saben que si Danilo es candidato ellos no tienen nada que buscar, pero que al mismo tiempo, Danilo impulsaría un arrastre a las candidaturas congresuales y municipales del PLD como no puede hacerlo ningún otro liderazgo del partido morado.” Reflexionó el experto en marketing político.
Estimó que los legisladores del PLD que alegando lealtad a Leonel se apresuraron con una respuesta emocional, no sólo le han hecho el juego a la oposición, sino que también, les han hecho un daño grave a su partido, un daño inmerecido a su líder, y como si fuera poco “han afiliado cuchillos para sus propias gargantas.”
Leonel y Danilo deben pactar
El politólogo consideró que por la unidad del PLD y el bienestar de la democracia, Leonel y Danilo deben pactar con el propósito fundamental la permanencia del partido en el poder para seguir haciendo una gestión de gobierno positiva y beneficiosa para el colectivo nacional.
Ramírez Morillo dijo que la democracia dominicana atraviesa por un momento más complejo que el que vivió a finales del siglo XX cuando se produjo la salida del escenario de los caudillos ilustrados: Joaquín Balaguer, Juan Bosch y José Francisco Pena Gómez.
Indicó que ahora son muy pocos los liderazgos con buena imagen y que concitan altos niveles de confianza, credibilidad y esperanzas, por lo que ahora, en la ruta hacia el 2016, el problema se agrava mucho más, porque además de ese déficit de liderazgo creíbles y competentes, los partidos políticos han entrado en un agudo proceso de deterioro, lo que también afecta a la mayoría de legisladores y alcaldes de todos los partidos políticos.
“Mientras los líderes muestran más interés en sus egos, en recibir alabanzas y devociones, que en hacer el rediseño, la renovación y la reingeniería que amerita el propio sistema de partidos para seguir encauzando a la democracia por el desarrollo y la institucionalidad”.
“Es un asunto sumamente delicado, y los líderes nacionales y gerentes de los partidos políticos no muestran preocupación por el problema. Es hora de hacer correctivos en la forma de hacer política y de implementar acciones para mejorar la legitimidad, la imagen, la valoración y el desempeño de los representantes”, dijo el politólogo y analista, quien subrayó que los funcionarios aspiran a que sean colocados en las boletas, no tanto por su desempeño, sino por su lealtad incondicional a los líderes.