Santo Domingo, República Dominicana (EFE).- Sectores políticos de la República Dominicana pidieron al Gobierno llevar ante el Consejo de Seguridad de ONU, al que el país se incorporó el martes como miembro no permanente, la situación del empobrecido vecino Haití.
La nación caribeña se convertió el martes, por primera vez en su historia, en miembro del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para 2019 y 2020, en sustitución de Bolivia, y presidirá este organismo durante este mes de enero.
En una ceremonia el día después en Naciones Unidas, el dominicano, Miguel Vargas, aseguró que durante la presidencia temporal de su país en dicho organismo llamará la atención sobre los impactos de las catástrofes naturales sobre la paz y la seguridad.
Sin embargo, políticos locales y expertos en asuntos internacionales piden al Gobierno llevar ante la ONU la situación de Haití, que el año pasado estuvo marcado por una nueva crisis política, económica y social, agudizada por las protestas callejeras en contra de la corrupción y la impunidad, en las que un sector de la oposición exigió la renuncia del presidente Jovenel Moise.
Haití, además, es un país muy vulnerable a los desastres naturales.
Para el presidente del Partido Revolucionario Moderno (PRM, principal de la oposición), José Ignacio Paliza, la República Dominicana debería abogar con énfasis "por una mirada fresca e integral de la comunidad a la situación en Haití, una mirada desarrollista, con los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 en la mira" ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
"Si no se le dedica la atención socioeconómica necesaria a Haití, se corre el grave riesgo de que, dentro de unos años, la comunidad internacional deba abocarse a una nueva crisis en Haití de escalas no conocidas", señaló el también senador en declaraciones publicadas por la prensa.
Por su lado, el minoritario partido Fuerza Nacional Progresista (FNP) señaló en un comunicado que el Gobierno dominicano debe concentrar esfuerzos en el Consejo de Seguridad de ONU para procurar "un compromiso serio" de la comunidad extranjera "con la internacionalización de la solución de los problemas de Haití".
"Sería un grave error ir a presidir la mayor instancia internacional y no denunciar con vigor ante el mundo la grave situación generada por Haití como estado colapsado, que es zona de desastre ecológico y sanitario y que, por tanto, es susceptible de provocar conflictos mayores capaces de comprometer la seguridad regional u hemisférica", apuntó.
Haití y República Dominicana comparten una frontera de casi 400 kilómetros donde son frecuentes las denuncias de tráfico de personas y contrabando de armas y animales.
Según datos oficiales, la población extranjera residente en República Dominicana asciende a 847.979 personas y el 88,5 % de esta es nacida en Haití o es descendiente de inmigrantes haitianos.EFE