Leonel, sí, pero no…

Cuando se pensaba que ya las diferencias entre Leonel Fernández y Danilo Medina habían quedado atrás respecto al malestar que generó la decisión del Comité Político, de modificar la Constitución para restablecer la reelección presidencial, el tres veces exgobernante se destapa este lunes con un artículo en Listín Diario reiterando su posición anterior. Considera que se debió celebrarse un referendo. Y propone que para futuras modificaciones se requiera de mayoría calificada y de la realización de un referendo aprobatorio.

¿Por qué el expresidente Leonel Fernández accedió a pactar la aprobación de la reforma constitucional como se llevó a cabo si persiste en su punto de vista anterior sobre la necesidad del referendo y de la mayoría calificada? ¿Qué significa esto para el futuro inmediato del PLD? ¿Se sumará Leonel Fernández a la campaña por la reelección del presidente Danilo Medina o se tomará un prolongado sabático como lo hizo el actual gobernante luego de ser derrotado en las primarias para los comicios de 2008? Lo cierto es que, a juzgar por lo escrito por el expresidente Fernández y por los rabiosos ataques de sus seguidores más leales contra Danilo Medina y sus seguidores, las pugnas internas en el PLD están más vivas que nunca.

El PRD

Esta noche el presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Miguel Vargas Maldonado, hablará al país para explicar en qué consiste el pacto al cual ha arribado con el PLD, y que en principio permitió que la reforma constitucional pro reelección pasara con una mayoría holgada y sin mayores tropiezos. Los perredeístas, sobre todo, quieren saber a cambio de qué su líder ha sido tan generoso con el PLD.

Mientras tanto, continúan las disidencias. Se fue Alfredo Pacheco al PRM; se fue David Collado; Tony Peña Guaba ha advertido que no trabajará a favor del PLD; antes había renunciado Enmanuel Esquea Guerrero.

La oposición

Con miras a las elecciones del próximo año se vislumbran hasta ahora dos posibles polos opositores. Uno encabezado por Luis Abinader, con el Partido Revolucionario Moderno (PRM), Convergencia para un Mejor País, Frente Amplio y otras organizaciones. Esta coalición está acaparando a los disidentes del PRD, y es probable que se haga con el favor momentáneo de algunos leonelistas radicales, de esos que prefieren la derrota del PLD antes que los danilistas se salgan con las suyas.

El otro polo, todavía no claramente definido, debía estar liderado por Guillermo Moreno, con Alianza País, Patria para Todos y Fuerza de la Revolución. Esta opción podría sumarse a los partidos de la izquierda tradicional y uno que otro partido emergente conservador, como Dominicanos por el Cambio, de Eduardo Estrella.

Las próximas encuestas sobre preferencias electorales, las de empresas serias, claro está, podrían arrojar luz sobre las fortalezas y debilidades de la coalición gubernamental (ahora con el PRD) y los dos polos de la oposición.

Para la oposición no será tan fácil vencer al PLD. Pese las pugnas internas y una que otra disidencia, el oficialismo luce fuerte. La oposición tiene el reto de construir un bloque opositor, fuerte y amplio.

Pero sobre todo tiene el desafío de no hacer una oposición basada sólo en oponerse a la reelección o en ataques personales a Danilo Medina, sino en atacar las debilidades, fracasos y yerros del gobierno, y al mismo tiempo presentar propuestas realistas, para conquistar a los indecisos, atraer a los peledeístas disgustados o hastiados y sumar a los segmentos de la sociedad que hasta ahora no se han sentido representados por los gobiernos del PLD, del PRSC ni del PRD.