Managua, 28 abr (EFE).- La Conferencia Episcopal de Nicaragua, mediadora de un diálogo para solucionar la grave crisis que vive el país, quiere su democratización porque no se cree en el presidente Daniel Ortega y busca erradicar las "fuerzas satánicas" que están detrás de al menos 42 asesinatos en las protestas.
"La Iglesia (Católica) lo que quiere (en el diálogo) es el fruto de la democratización en el país", dijo el vicario pastoral de Familia, Vida e Infancia de la Archidiócesis de Managua, Silvio Fonseca, a periodistas.
El vicario observó que Ortega "es una persona muy difícil de leerlo" y no sabe decir si está realmente a favor del diálogo o no.
"Nuestra población ha perdido la confianza en él. Todo lo que pueda decir, dudamos que sea cierto", anotó el religioso.
El diálogo convocado por el Gobierno de Daniel Ortega y la empresa privada para superar el conflicto que ha causado al menos 42 muertos, aún no tiene fecha de inicio.
El Episcopado nicaragüense anunció este sábado que dará un mes de plazo al Gobierno de Ortega para que cumpla los acuerdos de un eventual diálogo nacional, al que fue invitada como mediadora, y en el que participarían la empresa privada y otros sectores no anunciados, con el fin de superar la crisis sociopolítica que atraviesa este país.
Los estudiantes universitarios, que lideraron las manifestaciones contra el Gobierno y aprobaron unirse a un diálogo con Ortega, están condicionando ese foro a una "investigación inmediata" por la muerte de sus compañeros.
Fonseca hizo estas declaraciones durante una peregrinación convocada por la Iglesia Católica, denominada "por amor a Nicaragua", en la que participaron miles de personas.
El religioso aseguró que con esa peregrinación también se busca "erradicar las fuerzas del mal" a través de la oración.
"Lo que está pasando en Nicaragua no solo son fenómenos sociopolíticos, sino que también hay fuerzas satánicas que están llevando a este país a lo que estamos viendo, a estas masacres, a la violación de los derechos humanos", indicó.
"Y, por ende, nosotros confiamos en que las fuerzas del mal tienen que ser erradicadas a través de la oración", agregó.
Nicaragua vive pendiente del comienzo del diálogo que en próximas fechas, todavía sin especificar, protagonizarán el Gobierno y el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), con la Conferencia Episcopal como mediadora.
Desde que comenzaron las protestas hace más de una semana, los enfrentamientos violentos que se produjeron en Nicaragua dejan al menos 42 muertos y un total de 48 desaparecidos, según el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), mientras que otras organizaciones humanitarias elevaron a 63 los fallecidos. EFE