El doctor Guido Gómez Mazara dijo que la postura de la dirección del Partido Revolucionario Moderno (PRM), de imposibilitar un acercamiento institucional con el Partido Revolucionario Social Demócrata (PRSD), que lidera Hatuey Decamps, refleja una visión excluyente, cargada de sectarismo y plena manifestación de desdén a una organización cuyo líder posee los méritos necesarios para ser tratado con respeto y consideración.

Para el abogado y dirigente del PRD las coaliciones exitosas que se han construido en el proceso político dominicano descansan en comportamientos abiertos, incluyentes y en capacidad de exhibirle al país un variopinto de personalidades y fuerzas sociales para la victoria.

Gómez Mazara, señaló que con Hatuey Decamps se puede tener coincidencias y discrepancias, pero ningún dirigente del PRM o PRD está asociado en el imaginario popular como él a las grandes jornadas democráticas de la nación.

Sostuvo el dirigente del PRD que lo ideal hubiese sido que su partido se vinculara a la edificación de un gran frente, pero la debilidad ética del actual presidente Miguel Vargas dificulta la incorporación

Consideró que argüir razones de espacios en boletas para no incorporar a parte de la dirección del PRSD es un acto de mezquindad imperdonable.

El dirigente político y profesor universitario definió como un lujo para cualquier organización o coalición partidaria tener en su boleta a dirigentes como Luis Miguel Decamps o Rafa Gamundi que no importa la posición que ocupen, la ciudadanía tiene garantías de un comportamiento ético y la defensa de los mejores intereses nacionales.

Para Gómez Mazara, las actitudes que caracterizan a ciertos dirigentes del PRM es la de actuar con la lógica de los viejos odios, el revanchismo estúpido y el afán de cerrarle el paso a los que en algún tramo de la vida partidaria hayan sostenido algunas discrepancia, pero se presumía que al momento de construir una nueva alternativa los viejos vicios se quedarían en la antigua casa.

El abogado y político recordó que el inmortal José Francisco Peña Gómez nunca descansó en traducir la política y los esfuerzos de pactos alrededor de comportamientos nobles, y la actual postura del PRM cierra los espacios para escenarios posteriores al 15 de mayo debido a que otros actores del proceso podrían entender que sí es a una figura como Hatuey Decamps que se le maltrata, con ellos sería peor.

Finalmente, sostuvo el dirigente del PRD que lo ideal hubiese sido que su partido se vinculara a la edificación de un gran frente, pero la debilidad ética del actual presidente Miguel Vargas dificulta la incorporación.

Dijo que a los perredeístas que decidieron resistir internamente, les queda un mal sabor cuando observan el trato injusto y desconsiderado a personalidades que nadie podría establecer que su lejanía del bloque de fuerzas opositoras es el resultado de un entendimiento financiero o de ventajas personales con el oficialismo.