Rafael Francisco Taveras Rosario (Fafa Taveras), hijo de Juan Taveras y de Altagracia-Cira-Rosario, nació en la localidad de San José de Conuco, provincia Salcedo, el 21 de noviembre de 1938. Estudiante de Derecho, se inscribió en la lucha por la libertad del pueblo dominicano desde hace cincuenta y siete años, cuando junto a decenas de sus compañeros desafió la vigilancia de la dictadura de Trujillo y participó a finales de diciembre de 1959, en la fundación del Movimiento Revolucionario 14 de Junio.
Para Taveras Rosario, la atrevida iniciativa de Manolo Tavárez Justo y Minerva Mirabal de fundar el Movimiento Catorce de Junio, coincidió con las labores antitrujillistas que desde agosto de 1959 él venía desarrollando en la clandestinidad junto a unos pocos religiosos, formando la “Acción Clero-Cultural” (CCC).
Su integración a la organización de Manolo Tavarez Justo, cuando todavía no cumplía los 22 años y el descubrimiento hecho por el Servicio de Inteligencia Militar (SIM) en enero de 1960, de las actividades antitrujillistas que planificaban, resultaron suficientes para que él, junto a sus compañeros, fueran apresados por el SIM y llevados a la cárcel clandestina de la dictadura conocida como La 40, en la que recibieron terribles torturas y donde murieron muchos de ellos.
Inmediatamente después del ajusticiamiento de Trujillo, el 30 de mayo de 1961, Fafa se integró a la lucha contra los remanentes de la tiranía, convirtiéndose en uno de los principales dirigente del Movimiento Revolucionario 14 de Junio. En esa agrupación tuvo responsabilidades de tipo militar, ya que en 1963 viajó a la isla de Cuba para participar en cursos políticos y guerra de guerrillas, aunque a su regreso a Santo Domingo no tomó parte directa en el levantamiento armado que contra el gobierno del Triunvirato organizó su agrupación en noviembre de ese año y en el que murieron los más importantes dirigentes.
Aquel movimiento guerrillero de 1963, que fue la valiente respuesta del 1J4 contra el golpe de Estado que derrocó al presidente Juan Bosch en septiembre de ese año, se hizo reclamando la vuelta a la constitucionalidad, y dio paso a un movimiento de protestas populares y conspiraciones en los recintos militares que concluyeron con la heroica acción de los soldados constitucionalistas, a mediodía del sábado 24 de abril de 1965.
En ese movimiento cívico-militar que enfrentó al sector más conservador de nuestras fuerzas armadas que se oponía al regreso de Juan Bosch a la presidencia sin elecciones, y que tenía como punta de lanza a la base aérea de San Isidro, se consolidó el liderazgo de Rafael-Fafa-Taveras como uno de los dirigentes más aguerridos de los combatientes civiles, en especial en los comandos vinculados al Movimiento Revolucionario 14 de Junio, agrupación de la que era—de acuerdo a lo que dice Fidelio Despradel en sus memorias—, uno de los dos jefes del Comando Militar Central, que tenía su base de operaciones en la calle José Gabriel García en la zona colonial. La segunda jefatura recayó en la persona de Juan Miguel Román.
La toma de la Fortaleza Ozama
Cuenta Fidelio Despradel, destacado dirigente del 1J4, que en la madrugada del 28 de abril se iniciaron los ataques de los comandos contra la Fortaleza Ozama, por lo que la organización política tomó la decisión de formar dos columnas: una comandada por Fafa Taveras y la otra por Juan Miguel Román.
“Una multitud de personas desarmadas del pueblo, viniendo desde la calle El Conde y otras vías—sigue narrando Despradel—, se agolpó, en la cercanía de la Fortaleza, detrás de los contingentes armados, en el momento en que se inició el ataque. El rumor del ataque se había esparcido como “reguero de pólvora”, y los combatientes del pueblo asistieron en masa, para de una forma u otra participar y conseguir su arma, en medio del combate o cuando la fortaleza fuera rendida”.
Jesús de la Rosa, oficial de la Marina de Guerra que participó en el conflicto del lado del coronel Caamaño, cuenta en su libro La Revolución de Abril de 1965, que el control definitivo del recinto policial, que fue sede de los “cascos blancos” de la policía, se realizó alrededor de las diez la mañana del 30 de abril, “cuando el mayor Juan Lora le ordenó al comandante de los blindados que abriera fuego contra una de las puertas de entrada de la Fortaleza Ozama que daban a la calle Las Damas. Un tanque AMX de fabricación francesa lo hizo. Un joven que se encontraba muy cerca de ese blindado comenzó a dar gritos de dolor”.
Quien estaba dentro del tanque de guerra en labores de artillero y disparaba sobre la puerta lo era el Comandante Fafa Taveras, que en abril del 2017 narró al periódico El Nacional lo siguiente:
“Nosotros habíamos decidido el 27 de abril, tras la llegada del primer desembarco de 500 marines que habían venido por una orden del presidente de los Estados Unidos, Lyndon Baines Johnson, a proteger supuestamente el perímetro de la embajada de su país por el desorden que imperaba en Santo Domingo, y necesitábamos armarnos y guarecernos. Por eso asaltamos la Fortaleza Ozama para conseguir armas y esto lo sabía Montes Arache y se nos adelantó esa noche del 27 de abril y sacó del lugar a los matones de las Mirabal y los protegió, algo que a mí me pareció grave y lamentable”.
El dirigente catorcista, con los conocimientos militares adquiridos en Cuba, “se montó al tanque que le habían quitado a los militares y cañonea en dos veces este recinto”. En ese hecho, que fue fundamental en el asalto de la Fortaleza para que el pueblo adquiriera las armas con las que resistió la invasión norteamericana, resultaron heridos Amaury German Aristy y Homero Hernández, quienes desconocían los peligros de mantenerse próximos al tanque de guerra al momento de este disparar los cañonazos.
En la exitosa operación militar contra la Fortaleza Ozama los rebeldes constitucionalistas apresaron a más de 300 policías de los conocidos “cascos blancos” y se apoderaron de un arsenal de armas y municiones de diferentes calibres.
En los días posteriores a ese evento, las tropas norteamericanas, que habían desembarcado masivamente desde el 28 de abril, trazaron un “cordón de seguridad” que cruzaba de extremo a extremo la ciudad de Santo Domingo, quedando los combatientes constitucionalistas divididos en dos sectores: la Zona colonial y Ciudad Nueva por un lado y por el otro, la conocida Zona norte en que se encontraban enclavados los barrios más populares de la Capital.
En las primeras semanas de mayo los combatientes de los barrios pobres se batieron contra los soldados del CEFA y norteamericanos, y resistieron la “operación limpieza”; luego se concentraron en lo que fue conocido como la Zona constitucionalista, la que quedó cercada entre el río Ozama y las alambradas del cordón de seguridad de las tropas de los Estados Unidos.
Pasando los días y en medio de las negociaciones con la OEA y los jefes de la tropas extranjeras concentradas en la Fuerza Interamericana de Paz (FIP), los combates fueron perdiendo intensidad aunque a veces se escuchaban los disparos de morteros y las balas disparadas por francotiradores que provocaron numerosas bajas a los constitucionalistas.
Mientras tanto, en la zona bajo control del gobierno constitucional del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, la vida fue retornando a una tensa calma que era interrumpida cada cierto tiempo, cuando se escuchaban las ráfagas de ametralladoras de los enemigos de la constitucionalidad.
En ese ambiente, los combatientes se concentraron en el aprendizaje de las tácticas militares, comenzaron la reorganización de las unidades de combatientes formadas por civiles y militares llamadas comandos; se creó la Academia Militar 24 de Abril así como la Escuela de Hombres Rana, y procedieron a organizar manifestaciones populares y actos culturales para conmemorar fechas históricas de carácter nacionalistas y celebrar veladas artísticas.
Entre las actividades más destacadas en esos días se encuentran las manifestaciones celebradas el primero de mayo, 14 de Junio, 12 de julio, 16 de agosto y finalmente el mitin del 25 de septiembre con que concluyeron las actividades públicas de los constitucionalistas.
Fafa Taveras en actividades patrióticas
En la “zona rebelde”, desde mayo de 1965 existían dos periódicos: Patria, que fue vocero de los sectores más radicales en la “Revolución de Abril” y La Nación que era el medio oficial del gobierno de Caamaño. Una parte importante de los mítines y actos culturales y patrióticos celebrados aparecieron reseñados en estos medios informativos, aunque era Patria el que más espacio daba a las actividades populares relacionadas con la guerra y en las que casi siempre tomaba parte el 1J4 y su “comandante Fafa Taveras”.
Diversos eventos de esa naturaleza y en los que Fafa tuvo papel protagónico, aparecieron en las crónicas de Patria; de los que se pueden citar los siguientes:
El 14 de junio de 1965 fue celebrado frente al Altar de la Patria, uno de los mítines más importantes de aquellos días, como quedó establecido en el citado periódico: “La monolítica unidad del pueblo dominicano en armas quedó demostrada en las palabras de los oradores de la grandiosa concentración celebrada ayer 14 de junio”. En ella participaron varios dirigentes, siendo el discurso del coronel Caamaño Deñó el de más trascendencia.
Por su parte—dice el periódico Patria—“El combatiente del Movimiento Revolucionario 14 de Junio, Rafael (Fafa) Taveras, agotó el turno siguiente. El campesino de Villa Tenares que hoy porta un fusil dijo que cuando el doctor Juan Miguel Román y el coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez cayeron juntos el 19 de mayo ante el Palacio Nacional «quedó sellada la alianza de este pueblo con los militares revolucionarios y combatientes». (…). Fafa habló luego de las conquistas democráticas de la constitución de 1963, las luchas populares, la insurrección de noviembre, las huelgas, la represión desatada, la crisis económica, los empréstitos, el despilfarro, el contrabando, la venta de las empresas del Estado, la rebelión del 24 de abril; (…). A seguidas planteó la unidad de las clases, el frente anti imperialista, los comandos como órganos del pueblo en armas, la solidaridad internacional a favor de la lucha”.
Otro evento registrado por la prensa aconteció el 31 de agosto: “Al grito de «en pie de guerra sí, vacilaciones no», centenares de combatientes constitucionalistas desfilaron a marcha acelerada por las principales calles de Santo Domingo, y se detuvieron frente al Palacio Nacional provisional, donde escucharon una breve disertación del presidente constitucional de la República, coronel Francisco A. Caamaño Deñó, y del ministro de la Presidencia, Héctor Aristy. El presidente Caamaño, dijo a los combatientes —quienes habían desfilado precedidos por dos ametralladoras móviles calibre 70 emplazadas sobre sendas camionetas— que con su reclamo y su desfile, «queda demostrado que a este pueblo no lo vence nadie, si tenemos en cuenta que esta demostración se produce a pocas horas de la brutal agresión de que fuimos víctimas anoche».
De esa actividad, en la que los participantes se movieron por diferentes calles, dice Patria:
“El comandante Fafa Taveras habló en la calle Gerardo Jansen, detrás del parque de San Carlos. Dijo que «para mantener en alto la dignidad de la República hay que seguir pagando el duro precio de la vida de combatientes». Agregó que «estas últimas noches nos han atacado. El pueblo se ha reunido aquí, en el mismo lugar de sus muertos. Aquí estamos en el heroico sector de San Carlos». «El pueblo sabe cuál es su camino. El pueblo que con las armas en la mano puede vencer a los yanquis”.
Por otro lado, fue notoria la presencia de Fafa Taveras en los actos fúnebres del dirigente catorcista Oscar Santana, asesinado por un delincuente la noche del 11 de agosto. En la apoteósica manifestación de duelo, el líder del 14 de Junio dijo entre otras cosas:
“Estamos junto a los despojos mortales de un hombre que dedicó su vida a servir al pueblo. Recordaremos siempre la abnegación y dedicación con que dedicó todas sus horas a luchar por este país. La Universidad le recuerda. Le recuerda la Asociación de Choferes Independientes. Muchos sindicatos recuerdan a este muchacho que cayó bajo las balas de un asesino. El comandante Fafa señaló que Oscar Santana fue militante de un partido político, pero ante todo fue de los que pusieron el frente a los cascos blancos, a los caliés, al Cefa. Siempre estuvo en los barrios humildes”.
En otra ocasión, el 23 de mayo, Rafael Taveras Rosario tomó parte en el entierro de Euclides Morillo, tiempo después en las honras fúnebres de Eduardo Heredia Abreu el 5 de octubre de 1965.
La revolución de Abril finalizó el 3 de septiembre, luego de instaurado el gobierno provisional del doctor Héctor García Godoy. Desde entonces Rafael-Fafa-Taveras se proyectó como uno de los líderes más importantes de la izquierda dominicana durante el siglo XX, llegando a ser máximo dirigente del Movimiento Revolucionario 14 de Junio (1J4), del Movimiento Popular Dominicano (MPD), Núcleo Comunista de los Trabajadores (NCT), Bloque Socialista (BS) y de Concertación Democrática (CD). Fue vicepresidente y diputado del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), y en la actualidad es importante dirigente del Partido Revolucionario Moderno (PRM).
Después de aquel glorioso abril de 1965 han pasado cincuenta y tres años, en los que siempre hemos encontrado a Rafael Taveras Rosario al lado de los mejores intereses de la República, luchando por la libertad y la democracia; tiempo suficiente para demostrar que este hombre, sencillo, firme y solidario, es merecedor del reconocimiento del pueblo dominicano, quien siempre lo ha distinguido con un sobrenombre ganado en el frente de batalla, al llamarlo “Comandante Fafa Taveras”.