SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Un artículo de la organización ENODO Global sugiere que para gobernar de manera efectiva los funcionarios deben prestar atención a las tensiones y quejas sociales, de lo contrario la inestabilidad penetrará en todos los sectores indispensable para el funcionamiento de la nación.
Una gobernanza ineficaz marchita la estabilidad política, el desarrollo económico y la seguridad ciudadana, enuncia el documento.
‘‘A menudo, los funcionarios gubernamentales no reconocen ni entienden completamente las tensiones sociales y las quejas que existen dentro de las sociedades. Las quejas de los constituyentes sobre los factores de riesgo social se escuchan pero no se comprenden. Mientras tanto, el sentimiento público respecto a estas importantes cuestiones sociales ha evolucionado. Ya no se consideran desgracias sociales inevitables, sino como fracasos gubernamentales y, lo que es más importante, se perciben como ataques contra la dignidad individual y los derechos humanos’’.
Cuando no se gobierna con lucidez, se deteriora la confianza de la gente en los funcionarios públicos y las instituciones de gobierno, e impide que los estados proporcionen servicios de calidad o garanticen el orden público, señala el análisis.
ENODO Global plantea que se pone a la población a la intemperie. En efecto, aumenta la vulnerabilidad de una población a los factores de riesgo social que incluyen corrupción, desempleo, pobreza, falta de transparencia, oportunidad económica, movilidad ascendente y crea condiciones para el malestar social, la actividad criminal, el extremismo y la violencia.
La entidad ha analizado que la gente ha perdido la confianza en las instituciones gubernamentales y que ya no confía en los funcionarios electos, esto –de acuerdo a su argumento– provoca el aumento de protestas y disturbios civiles.
“La falta de comprensión de los factores de riesgo social impide el diálogo productivo, aumenta las tensiones sociales, afecta negativamente la capacidad de los líderes políticos para gobernar eficazmente, y margina aún más a los ciudadanos. Como resultado, aumenta la ira en las redes sociales y en las personas, y también aumenta la hostilidad, las protestas y los disturbios civiles".