SANTO DOMINGO, República Dominicana.-La elección del candidato presidencial para los próximos comicios (2016) constituye un difícil reto para el naciente Partido Revolucionario Moderno (PRM), desprendimiento del Partido Revolucionario Dominicano (PRD).

Así lo planteó el doctor Antonio Almonte, dirigente del PRM, quien advirtió a los dirigentes de esa entidad que reflexionen sobre los pasos a dar para que el proceso no resulte más traumático que positivo.

A continuación las reflexiones del Doctor Antonio Almonte, planteadas en su artículo:

El candidato: un reto para el PRM (ver enlace)

Por más que algunos intenten minimizarlo, la realidad es, sin embargo, que seleccionar el candidato presidencial para el 2016 de la forma más expedita posible, es uno de los mas difíciles retos que tiene por delante el colectivo  denominado Partido Revolucionario Moderno (PRM).

La actitud de los dirigentes debería ser de reflexión amplia y madura, con el propósito de “aplicar la medicina para curar al enfermo, no para matarlo”, como decía Mao Tse Tung. En esas perspectivas, los esfuerzos por razonar y argumentar deberían prevalecer sobre los prejuicios de pocos.

Las experiencias vividas en nuestra subcultura perredeista, con la cual fundamos al PRM, – hasta que alguien pruebe lo contrario- , registran que la confección del padrón en periodos convencionales es un verdadero pleito sin fin

A continuación se presentan algunos enfoques con el unico propósito de contribuir al análisis.

Por ejemplo, según algunos destacados dirigentes del PRM , antes de elegir el  candidato presidencial  de ese partido para las elecciones del 2016, primero habría que  construir y organizar a esa nueva organización política.

Ahora bien, ¿qué significa construir y organizar al PRM?

Como el PRM es el nuevo nombre del antiguo partido Alianza Social Demócrata (ASD), entonces, la inclusión de la inmensa cantidad de militantes provenientes del PRD obligaría a la readecuación organizacional del pequeño ASD para convertirse en el gran PRM.

Es decir, la construcción significaría: dotarse de nuevos estatutos, nueva comisión política, nuevo comité ejecutivo nacional, nuevas direcciones provinciales, municipales y del exterior, nuevos locales y, muy importante, de un nuevo padrón de miembros.

Todo el que tiene mínima experiencia política sabe que esas no  son tareas de meses, y que tampoco discurren en completa mansedumbre.

Precisamente, la expresión “después elegir el candidato” sugiere que la construcción y adecuación de la ASD a PRM se haría teniendo como inspiración cercana el “ganar la convención” y “derrotar al otro”.

Para aligerar el discurso y darle credibilidad, algunos proponen oficializar los “comités afectivos” creados en el PRD hace unos anos como base para el nuevo padrón de militantes del PRM. Resulta, sin embargo, que quienes trabajaron en la creación de dichos comités afectivos fueron, principalmente, los equipos de Miguel Vargas y de Hipólito Mejía para la convención del 2011, por lo que esa “salida” sería, en verdad,  un encierro para las aspiraciones de Luis Abinader.

Las experiencias vividas en nuestra subcultura perredeista, con la cual fundamos al PRM, – hasta que alguien pruebe lo contrario- , registran que la confección del padrón en periodos convencionales es un verdadero pleito sin fin. Típicamente, los dirigentes de base se apertrechan con las listas, desconocen a sus propios vecinos y compañeros y solo atinan a inscribir y “subir al padrón” a los   que cree votarían en la convención por su precandidato. Esa realidad solo podría desconocerla alguien que nunca haya participado en una convención.

Lo mismo sucedería con la elección de los órganos de dirección  nacionales, provinciales y municipales.

Son hechos y razones muy elementales, plenamente conocidas por todos, y no se entiende cómo es que algunos dirigentes abordan el problema como si se tratara de una tareíta administrativa.

¿ O será que se procura ganar tiempo, a ver si se aprueba la ley de partidos que postula la obligación de primarias simultáneas en todos los partidos?

Eso sería colocar en manos del PLD la táctica, la estrategia y el futuro del PRM.

Los centenares de miles de perredeistas que abandonaron su partido de toda la vida lo hicieron confiados en que Hipólito y Luis los llevarían por caminos de victoria, no de mas pleitos y derrotas.

Si la Constitución y las leyes vigentes no lo prohíben ¿ por qué no proponer un acuerdo entre lideres sobre dos cosas básicas: readecuar al PRM, y sobre el método de selección del candidato?

Conviene aclarar que hasta la fecha, ningún dirigente del Partido Revolucionario Moderno (PRM) ha propuesto  que la técnica de encuesta sea registrada en los estatutos del partido como método definitivo de selección del candidato presidencial en elecciones futuras.

Nadie ha propuesto que las encuestas sustituyan a las convenciones internas competitivas.

Lo que se ha sugerido es que debido a la presente situación política nacional, y la particular circunstancia de un PRM  sin condiciones institucionales y  organizativas suficientes,  sus líderes deberían formalizar un acuerdo político para adoptar un método de selección del candidato presidencial que los exponga a las menores confrontaciones y dispendio de recursos posibles. Este acuerdo debería incluir la ingeniería para la conformación de órganos directivos, readecuación de estatutos y la confección consensuada del padrón de miembros.

Se propone que se mida, mediante las técnicas de encuestas científicas, cual es el aspirante con mayor potencial electoral para el 2016, y que el mismo sea sometido a la convención de delegados para su aprobación oficial conforme a lo establecido en el artículo 68 de la Ley Electoral (Ley 275-97) vigente. La convención de delegados es el unico organismo legalmente facultado para seleccionar el candidato presidencial que aceptaría la Junta Central Electoral.

Este órgano partidario es también el previsto en los estatutos de cada partido político dominicano y guarda correspondencia con lo indicado en el artículo 216 de la Constitución de la Republica.

De manera, que no existe ningún impedimento jurídico, constitucional o estatutario para utilizar las encuestas como método para decidir el candidato presidencial, siempre y cuando el escogido sea luego presentado y aprobado en la convención de delegados.

El método de las encuestas, como alternativa coyuntural para evadir la competencia fratricida en el PRM, sería una novedad en el país, y algunos dirigentes parecen no asimilarlo, aunque el mismo ha sido utilizado para seleccionar candidatos presidenciales en México y en Chile, por ejemplo.

Hay algo curioso en esta discusión: Hipólito y Luis se dispensan tratos de padre a hijo; los dos hicieron el binomio que peinó el país subido en los hombros de sus seguidores, y todavía los parciales de ambos se tratan como camaradas; entonces,- diría el votante : ¿ por qué discuten?  Casi todos los dirigentes del PRM tienen las mismas “garantías” con Hipólito que con Luis en un eventual gobierno del partido.

Por otro lado, la demanda urgente, desesperada, del pueblo dominicano no es por enfrentamientos entre compañeros del mismo partido, sino por el cambio político, y el PRM es – en el 2016 – su única esperanza.