3 mar (EFE) El exjefe del grupo oficialista en el Senado brasileño Delcidio Amaral afirmó que la presidenta del país, Dilma Rousseff, y su antecesor Luiz Inácio Lula da Silva sabían de las corruptelas en Petrobras e intentaron manipular la actuación de la justicia en relación al caso, informó hoy la revista Istoé.
El medio asegura que tuvo acceso a unas declaraciones que Amaral, investigado también por esas corruptelas, dio a la Justicia en el marco de un acuerdo de cooperación con miras a una futura reducción de pena.
Amaral fue encarcelado en noviembre pasado, cuando ejercía como jefe del grupo oficialista en el Senado, acusado de "obstaculizar a la justicia" y de intentar sobornar a algunos implicados en la red de corrupción petrolera a cambio de su silencio.
Hace 15 días la Corte Suprema autorizó que siguiera detenido en su domicilio y que incluso retomara su actividad parlamentaria, lo que aún no ha hecho.
Según Istoé, la excarcelación se debió a un acuerdo de cooperación, en cuyo marco asegura que Amaral hizo "el más explosivo relato de la mayor trama de corrupción descubierta en Brasil".
La revista, que publica copias de algunos de esos documentos, indica que Amaral culpó a Rousseff de intervenir directamente en el nombramiento de algunos miembros del Supremo Tribunal de Justicia a fin de favorecer "la liberación" de algunos empresarios detenidos por el caso.
Amaral, según Istoé, confesó que trató ese asunto "personalmente" con Rousseff en la residencia oficial de la mandataria y también con uno de los jueces que se habría "comprometido" a colaborar con la liberación de los presos.
Sobre Lula, Istoé afirma que Amaral declaró a las autoridades judiciales que fue quien le "pidió expresamente" que intentara sobornar al exdirector de Petrobras Nestor Cerveró, implicado en el asunto, a cambio de que no colaborase con la Justicia.
La declaración de Amaral, de acuerdo con la revista, también se refiere a un sonado escándalo de sobornos parlamentarios destapado en 2005, durante la primera gestión de Lula.
En ese sentido, el senador había revelado que el propio Lula también "ordenó" sobornar a algunos de los implicados a fin de que no revelasen detalles sobre cómo operaba esa trama de corrupción, que llevó a la cárcel a 25 políticos y empresarios.
Ni Amaral ni ninguno de sus allegados ha confirmado la veracidad de esa supuesta declaración, pero el hasta hoy ministro de Justicia José Eduardo Cardozo le salió al paso y declaró que el senador "no tiene ninguna credibilidad".
Cardozo, quien hoy asumió la Abogacía General de la Unión y fue sustituido en la cartera de Justicia por Wellington César Lima, dijo a periodistas que desconocía si el senador hizo un acuerdo con los tribunales, pero aseguró que si así fuera "lo que haya declarado no tiene que ser necesariamente la verdad". EFE