Nueva York.-El miércoles siete de enero, dos hermanos musulmanes asaltaron la revista satírica parisina Charlie Hebdo; mataron 12 caricaturistas, indignados por sus burlas y ofensas contra el profeta Mahoma.

El domingo siguiente, 40 gobernantes marcharon por Paris contra el “terrorismo”, defendiendo la “libertad de expresión”.

Montaron un espectáculo de hipocresía, muchos líderes defendiendo “la libertad de expresión” en Paris, tienen periodistas presos en sus países.

Esa marcha legalizó la devaluación humana.

El sábado tres, antes de Charlie Hebdo y la marcha, Boko Haram, una organización terrorista nigeriana masacró entre 500 y 2.000 personas.

Los paladines del anti-terrorismo ignoraron eso, para ellos, 17 franceses blancos son mucho más importantes que 2.000 nigerianos.

La masacre de Charlie Hebdo es inaceptable, pero los burlones suelen caer víctimas de la ira que despiertan. Charlie Hebdo fue atacada antes por franceses blancos, pero esos no son terroristas, terroristas son los musulmanes afro-franceses.

Francia no está amenazada por el “terrorismo” sino por el trato basura que dispensa a los franceses afro-descendientes.

Viven en ghettos fuera de Paris, el 40%, está desempleado, con pocos servicios públicos, muchos policías abusadores, sin posibilidad de movilidad económica o social. Por eso periódicamente toman las calles incendian automóviles, zafacones, rompen vidrieras y apedrean a la policía.

Ellos se refugian en la promesa del Islam,  entonces Charlie Hebdo ridiculiza y ofende al profeta Mahoma, su única esperanza sagrada.

En Francia Judíos y Musulmanes viven con cierta armonía, unidos sufriendo la exclusión anti-integracionista de la sociedad francesa.

La foto de 40 gobernantes marchando unidos, formará parte de la iconografía futura sobre grandes cambios políticos  mundiales.

Tras esa cortina de humo, surgirá una nueva realidad.

Quizá quienes proclaman “Soy Charlie”, allanan el camino para una oleada anti-inmigrante, ultraderechista y neonazi que arrasaría Europa y el mundo, por eso, yo no soy Charlie.