De nuevo tenemos en el país una oleada de mujeres asesinadas por sus parejas o ex parejas, siete muertas en cinco días en una funesta semana de abril.
De nuevo la alarma y el asombro de la población general. De nuevo los discursos vacios de las mismas personas que muchas veces son parte de las que sostienen la violencia contra las mujeres.
De nuevo la indignación de las que trabajamos el tema, lo conocemos y nos duele el dolor de las mujeres, pero además, el dolor de la hipocresía que sale a propósito de las muertes, y que sirve a muchos para intentar hacer creer que el tema realmente les importa.
De nuevo las acusaciones de un sector a otro intentando culpar y disculparse, de nuevo el uso del tema para fines políticos que no convencen a nadie. De nuevo la visión estrecha y tacaña acerca de un tema que afecta y es responsabilidad de todos y todas.
Mientras no se disponga de presupuesto para la prevención y educación de toda la población, las seguirán matando
Una vez más se desata el miedo en miles de mujeres dominicanas que cada día sufren violencia y viven al filo de la navaja sin saber el día en que les tocará a una de ellas.
Y así como las canciones, los ritmos y los comerciales, el tema “se pone de moda”, activa a unos pocos y al breve tiempo, vuelve a descansar sin la más leve aspiración de que algo distinto pase la próxima vez en que asesinen a una, dos, tres, cuatro………mujeres dominicanas.
Los analistas de los medios de comunicación y políticos, expanden sus teorías y opiniones, algunas, igual de machistas y estrechas que el pensamiento de los asesinos de mujeres.
La razón de que las mujeres sean asesinadas por los hombres que dicen amarlas es un sistema de creencias que impone un pensamiento machista y patriarcal y solo con el cambio a través de la educación podremos modificarlo.
Ya el dinero para cambiar la educación del país se recauda, ya como nación lo conquistamos, pero quienes lo administran no tienen la conciencia, la voluntad, la sensibilidad y el conocimiento acerca de un tema que hace la diferencia entre el desarrollo y el sub desarrollo, la justicia y la injusticia, la vida y la muerte.
Mientras la violencia en contra de las mujeres sea un problema del Ministerio Público y no un problema de estado, las seguirán matando.
Mientras la educación académica y doméstica de todas y todos los dominicanos no cambie, las seguirán matando.
Mientras esta cultura siga considerando a las mujeres como ciudadanas de segunda categoría, las seguirán matando.
Mientras la impunidad y el frágil sistema de justicia sigan salvando a los agresores, las seguirán matando.
Mientras no se disponga de presupuesto para la prevención y educación de toda la población, las seguirán matando.
Mientras las iglesias, escuelas y clubes no afronten el tema, las seguirán matando.
Cuando todo esto ocurra, en cada familia dominicana la equidad y la justicia darán un mensaje más claro acerca del amor y entonces, dejarán de matarlas.
@Solangealvara2
@SOLANGE_ALVARADO_ESPAILLAT