A pesar del México de la dulce nostalgia, tequila al canto, salucita de la buena, mil abrazos y seis días de olvido total de las palmeras. Y a pesar de Querétaro Laura-changa-vieja-loca, cuatro nietos a la quinta potencia, dos mil veces felizaño y ni saber de dónde vengo. Y a pesar de las flores como frutas, frutas como flores, piedras coloridas, lagos, volcanes y gozosos días de tengo que volver. Y a pesar del asombro y el reposo, lo andado y desandado en miles de kilómetros cuadrados, aquí estoy de nuevo, qué carajos, para reasumir con recrecida pasión la vida en esta isleñidad irremediable.