Sí, votaré por la esperanza de que en nuestro país prevalezca la decencia; que terminen el robo de los fondos públicos, la impunidad y la burla descarada a todo reclamo de transparencia y respeto a la institucionalidad democrática; voy a votar porque quienes gobiernen cumplan la palabra empeñada y garanticen la equidad en la gestión del voto. Voy a votar, en fin, por la esperanza de enarbolar mañana ser orgulloso ciudadano de un país civilizado. Sí, voy a votar por la esperanza de vivir en un país de justos. Mi voto, unido al suyo, es el verdadero triunfo contra toda amenaza de dictadura de cualquier naturaleza.